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Domingo 15 de noviembre de 2015

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Revista Dominical

Sicuris de Italaque: más allá de una denominación

15 nov 2015

Fuente: La Patria

Por: Boris Bernal Mansilla - Escritor, filósofo del Derecho, descendiente del Cacicazgo Kutipa de Italaque y delegado de Culturas, Interculturalidad y Turismo del Gobierno Autónomo Municipal de Mocomoco del departamento de La Paz

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En este último tiempo un falso debate emerge en espacios promovidos por algunos entusiastas de la música originaria de los andes, quienes postulan como inapropiada la denominación de "Sicuris de Italaque". Al respecto afirmamos que: El devenir histórico hizo que se vaya posicionado y consolidado el nombre de "Sicuris de Italaque", por emanar de la comunidad Taypi Ayca de la jurisdicción de Italaque. Más allá de las posiciones regionalistas y chauvinistas consideramos que toda expresión cultural en cuanto irradia su Ser y es asimilada por otras, esta, debe ser comprendida por su razón ontológica, donde factores axiológicos y epistemológicos dan su razón inicial.

Sólo a manera de gráfica y analogía, mencionamos, lo que hoy, es el territorio boliviano a lo largo de su historia, fue cambiando de denominación, lo que antes se denominó Kollasuyo, posteriormente fue el Alto Perú, para luego ser Bolívar de donde emanó Bolivia, que ahora es llamado Estado Plurinacional de Bolivia. La forma cambia pero el ontos de este territorio es perenne.

Buscar o intentar inventar ahora una nueva denominación a los Sicuris Italaque es sólo cuestión de forma, que muchas veces por ingenuidad o el entusiasmo de inventar algo hace que caigamos en errores de fondo. Es así que el proyecto de denominar "Sicuri Mayura" comete el error de desconocer la filológica aymara del término "Mayura" siendo ésta una desviación de la palabra española Mayor, no teniendo como lengua de origen la aymara, tiñendo a este proyecto de nueva denominación de colonialista en tiempos de descolonización.

Ahora bien, el tiempo, la historia y la sobre todo la legitimidad que se fue construyendo por años, hace que la denominación de Sicuris de Italaque tenga fuerza propia.

Para esto, revisemos algunas fuentes gnoseológicas e históricas descritas por cronistas e investigadores sobre los Sicuris de Italaque.

Ludovico Bertonio sobre el término Sicu menciona "Es de puro de origen aymara traduciéndose ésta como: flautillas atadas como a la de órgano".

Garcilaso de la Vega en sus "Comentarios Reales", menciona: "De música alcanzaron algunas consonancias, las cuales tenían los indios collas, o de su distrito, en unos instrumentos hechos de cañutos de caña, cuatro o cinco cañutos atados a la par, cada cañuto tenía un punto más alto que el otro, a manera de órganos", así también en el mismo capítulo describe: "Los tañadores, serán indios enseñados para dar música al rey y a los señores vasallos, que, con ser tan rústica la música no era común, sino que aprendían y alcanzaban con su trabajo".

En su texto "Nueva Crónica y Buen Gobierno" Guamán Poma de Ayala, describe: "La fiesta de los collasuyos desde el cuzco, cantan y danzan dice el curaca principal quirquiscatan mallcoquirquim capacomi desde Cauina Quispillacta Pomacanchi cana Pacaji Charca Choquiuito Chuquiyapo y todo Hatun Coll, Urocolla, comienzan tocan tambor y cantan las señoras y doncellas dice así: hauisca mallco, capaca colla, hauisca hil, colasana, capacanas, ynca pachat, tiapachat, mallcosana capaca collasana, hilauiri, malcouiri, quirquiscatan mallco aca marcasan pachasan tiusa hunoachitan Nuestra Señora taycasan hunpachiucin hauiscamalco pacahcutipan hanillaquimti acamarcasan ychauro quirquiscatan collaypampa sanchalli; de esta manera prosigue todo el cantar y la fiesta de todo colla cada uno su natural cantar. Cada ayllu hasta los indios de Chiriuana, Tucumán y Paraguay, cada uno tiene sus vocablos, y en ellas cantan, danzan y bailan, las mozas docellas dicen sus arauis que ellos les llaman uanca y de los mozos quena-quena; de esta manera dicen sus danzas y fiestas cada principal y cada indio pobre en todas las provincias del collau en sus fiestas grandes o chicas hasta Potosí".

Alcides D´Orbigny en 1830 en su viaje por Bolivia plasmado en su libro "Viaje por la América Meridional" relata: "La víspera de la fiesta de santísimo corpus, oí en mi casa la misma música de tamboriles y flautas que me impresionaron en el valle de Corocoro, con la diferencia de que ocho o diez bandas diferentes ejecutaban al mismo tiempo y separadamente� Fui por la mañana a la plaza vecina, donde me asombró el conjunto burlesco de los disfraces de cada batida de danzantes y la originalidad de ese vestido. Unos tenían en la cabeza un armazón de plumas de avestruz tan altos como sus cuerpos; otros llevaban una máscara, que sostenían levantado el brazo. Cada banda compuesta de ocho a diez individuos, estaba formada de seis a ocho músicos y de dos bailarines. Los músicos tenían en la mano izquierda, sea una flauta de tres agujeros, sea flautas de pan de diversas acotabas, mientras que, con la derecha golpeaban acompasadamente sobre un tamboril chato y ancho, colgado del lado izquierdo. Con estos instrumentos formaban acordes, o mejor dicho, cada uno ejecutaba una nota; y del conjunto de esos sonidos, sobre diversas octavas, resultaban aires monótonos y tristes. Los músicos de una de esas bandas llevaban sobre la cabeza una enorme corona formada de plumas de avestruz, y los bailarines estaban vestidos con trajes de arlequín, otro grupo se componían de hombres disfrazados de mujeres, con un inmenso bonete adornado de espejos y plumas de los más vivos colores, sacadas a los más brillantes pájaros de las regiones cálidas. Los miembros de una tercera banda se distinguían por un bonete chino, adornados de cintas y plumas coloreadas".

En 1919 Rigoberto Paredes describe en su libro "El Arte en la Altiplanicie": "La música de los Sicuris es la mejor que poseen los naturales, tanto por sus notas variadas, como por su armoniosa ejecución.

El cantón Italaque. De la antigua provincia de Muñecas se encuentran los mejores músicos de ese orden. En aquel pueblo no se concretan a producir aires nacionales, favorecidos los indios por un oído fino y cierto talento musical, ejecutan canciones y valses extranjeros con mucho acierto. En sus fiestas principales se reúnen varias tropas de Sicuris en un lugar determinado y en competencia soplan sus instrumentos, produciendo en los espectadores una grata impresión: entonces se asemejan a un concierto de bandas de música".

En esa línea Antonio Gonzales Bravo escribe en 1925, escribe: "Está próxima la fiesta de corpus que es la más festejada, casi, entre todos los indios, tal vez porque coincide en la fecha y en su sentido simbólico, con la fiesta del Inti Raymi precolombino. Nos dicen que la mejor oportunidad para oír los famosos Sicuris de Italaque� Cuando allegar a Italaque escuchamos algunos Sicuris, notamos que la música, por los instrumentos especiales, era muy armonioso, pero la melodía, nos pareció un tanto ambigua y algo mestiza, por su carácter encontramos como novedad, solamente los awarachis (marchas militares), de soberbio efecto por su energía. Según ahora vamos observando, tropa por tropa, y melodía por melodía, parece que para hoy se guardó la raza, lo más hondo y característico de sus tesoros. Escuchábamos conmovidos, diríamos casi iluminados, primero los Sicuris en Modo Mayor Moderno, jugosos y alegres, diáfanos: después, los en modo eólico, algo solmenes y severos; y por último, los en modo pentatónico, profundos y melancólicos (a veces suaves y lánguidos), que acaban por enardecer primero y después por serenar con adormecimientos de éxtasis, muestro espíritu, que gracias a este día inefable reconstruye, reafirma y comprende mejor, el carácter amplio y hondo del alma de esta raza, cuya música con sus particularidades análogas en todos sus pueblos, parece que en la de los Sicuris, refleja todo la infinitud de sus cielos, y la amplia de sus pampas inmensas"

Gustavo Adolfo Otero en su libro "Piedra Mágica" menciona: "Entre los bailes de ceremonias del altiplano se destaca el llamado de sikuris que, por su lujo en sus disfraces, se distingue entre todos los conocidos. El nombre de sicuri procede del uso musical de los "sikus"... Los ejecutantes de Sikus más famosos son los mistis e indígenas del pueblo de Italaque, población próxima al lago Titicaca y también cercana al foco de influencia callahuaya�"

Carlos Salazar Mostajo, promotor de la normal de Warisata relataba: "Bajaban del calvario de Italaque cerca de un centenar de tropas de Sicuris para la celebración del día de Corpus Cristi. Ricas en vestimenta, brillantes en colorido, ofrecían el espectáculo más extraordinario que puede darse. Muchos conjuntos ostentaban el penacho de plumas de flamenco o de avestruz que en la parla aymara se llaman respectivamente parihuana y suri, y que en el continuo girar de los músicos se convertía en remolino de blanco ondular".

Es así, que los Sicuris de Italaque, son la expresión de saberes y conocimientos ancestrales emanados y originarios del territorio de Taypi Ayca, haciendo que escuchar y sentir sus melodías se constituyan en una experiencia mística. Su denominación se constituye ahora en la identidad de múltiples pueblos y culturas, por ser la sinopsis de la historia latinoamericana. Ya que en su Ser se halla el sincretismo de culturas milenarias.

Fuente: La Patria
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