Se abre un túnel para la minería nacional

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En la analogía técnica minera la apertura de un túnel, casi siempre significa el comienzo de explotación de una nueva veta y el avance en la misma tras el mineral que pueda obtenerse con mucho trabajo y mucha esperanza. Un túnel en el interior de las bocaminas, permite el paso de trabajadores de uno a otro sitio, y significa después de cada pesada jornada el alivio de encontrar la luz a su final.

Estamos haciendo referencias comparativas en la actividad minera para ligar a la situación presente algunos aspectos que tienen relación en el hecho de intentar la apertura de un túnel que permita encontrar soluciones prácticas, en base a una serie de inversiones que pueden darse en corto tiempo, dado el interés que han mostrado empresarios de la materia, en Estados Unidos, algunos países de Europa y los avances ya hechos por autoridades del Gobierno asiático de China.

Es un hecho que las compañías de mayor movimiento financiero en la minería del mundo, pero especialmente en países sudamericanos, son norteamericanas o la fusión de estas, con otras de Australia y de Europa, por lo mismo representan a lo más fuerte del sector minero que opera en la región.

En los pasados días y durante la visita del mandatario a países europeos, también ha sido expuesta la importancia de la riqueza minera, lógicamente después de mostrar otras ventajas de un paquete de oportunidades que tiene Bolivia para diversas actividades productivas.

Sin embargo está visto que el mayor atractivo para concretar transacciones de orden financiero, están más próximas a las oportunidades de invertir en planes exploratorios de nuevos pozos petrolíferos o gasíferos, como en yacimientos mineros, pese a la coyuntural situación que esos dos sectores confrontan actualmente por la crisis de los precios internacionales.

Los grandes inversionistas saben de los ciclos que se producen en materia de precios, la competencia de las poderosas industrias productivas mundiales, las alternativas del control de precios, con sólo bajar la compra de materias primas y la solución a esos problemas, cuando así consideren oportuno hacerlo, lo que indudablemente tendrá que ocurrir en algún tiempo más, dadas las características del proceso internacional, que está cambiando debido a las presiones que ejercen las economías más sólidas.

Pero el caso es que las materias primas de Bolivia interesan a muchos empresarios internacionales dispuestos a realizar fuertes inversiones en nuestro país, quedando tan sólo ajustar legal y técnicamente el procedimiento de concretar los contratos para futuras operaciones en un marco de absoluto cumplimiento de disposiciones legales, especialmente las que tienen que ver con la seguridad jurídica que exige cualquier empresa que ponga en riesgo capital y tecnología, sea nacional o extranjera.

Circunstancialmente se han producido variantes significativas en nuestra economía a partir de la declinación del ciclo de los precios altos que favoreció por buen tiempo las finanzas nacionales y que no va más a causa del "enfriamiento de China" y las continuas señales que envía mostrando las restricciones dispuestas en la industrialización de commodities, producto de su sistema en el manejo de la mano de obra barata y a la sobreproducción industrial para saturar los mercados comerciales de muchos países, pero especialmente de los productores de materias primas como el nuestro y sujeto a las estrategias de los que manejan los grandes capitales, aunque en este caso no se llamen precisamente capitalistas.

La apertura que se plantea en la estrategia económica nacional es parte de una política de obtener recursos a través de inversiones externas para cubrir en parte la reducción de ingresos, en especial los precios del petróleo y el gas que exportamos a los mercados de Brasil y Argentina y que por su descenso están afectando los presupuestos nacionales y regionales obligando incluso al uso de nuestras Reservas Internacionales Netas (RIN), que según informes recientes han disminuido en los diez meses transcurridos del año en una proporción del 7,6 por ciento.

Entre las nuevas perspectivas, por decir las más viables, se consigna un contrato firmado en Alemania para la exportación del estaño boliviano en lingotes por el tiempo de dos años (renovables) y un valor de 106 millones de dólares. La firma alemana Thyssenkrupp deseaba un contrato de 10 años, que no fue aceptado en función, según dijo el ministro de minería, a la variación en el precio del metálico en un futuro próximo. En todo caso la explicación es poco convincente puesto que una regulación de precios pudo insertarse en el contrato. Según algunos observadores, lo que sucede es que "el horno Ausmelt todavía no ha dado las seguridades de producción permanente del estaño metálico en la cantidad necesaria para aumentar el índice de exportación".

La otra oferta pendiente tiene que ver con el Mutún, donde es realmente necesaria una inyección financiera para reactivar la explotación de hierro pero avanzar además en el proyecto siderúrgico para lograr transformar el hierro en acero y producir otros materiales, requeridos por la construcción. Para ese objetivo el ministerio de minería señaló que "se contrataría de manera directa a la firma China Sinosteel Equipment & Enginneering Co. Ltda, para que construya la planta de hierro, operación que se garantizará en la experiencia de la firma asiática para este tipo de emprendimientos".

Otra firma china está en la visión de inversiones para la explotación e industrialización del litio, con lo que se estarían tomando en cuenta los proyectos más importantes de la gran minería nacional. Lo importante sin embargo, es que se abran todas las facilidades para captar mayores inversiones, especialmente para prospectar y explorar nuevos yacimientos mineros en el país.

Medios. PM.