Primera dictadura militar: Bolivia 51 años después
04 nov 2015
Alejo Veliz Lazo
Eran otros tiempos casi frescos todavía con aires de Revolución del 52. Se habla de que René Barrientos fue uno de los hombres de confianza de Víctor Paz; pero, era nomás tomar en cuenta la regla de Mariano Melgarejo, quien dijera que no se podía confiar ni en la camisa, consiguientemente fusiló sobre un arbusto.
El 4 de noviembre 1964 se produjo un golpe de Estado encabezado por René Barrientos para derrocar al principal jefe de la Revolución del 52; inicialmente no creía el Presidente, pero a medida que pasaban las horas se confirmaba y tuvo que dejar su cargo para huir del país al Perú.
A partir de entonces comenzaría la era de las dictaduras militares en Bolivia, que en realidad era parte del plan para toda América del Sur bajo órdenes del imperio norteamericano; los golpistas se "doctoraban" en la Escuela de Américas de Panamá.
En el periodo dictatorial de Barrientos, entre otros hechos, que han dejado huella para muchos años son las torturas, los exilios y los 3 a 8 mil muertos confirmados por varios historiadores de la época.
Lo más relevante sin duda fue la Masacre de San Juan en Catavi, Llallagua Potosí cuando el 24 de junio de 1967 los mineros junto a sus esposas e hijos festejaban haciendo fogatas, fueron atacados sorpresivamente por los soldados del ejército y ahogados en sangre.
La causa de este masacre se explica porque en esos tiempos, la fuerza que tenía la capacidad de tumbar a gobiernos era el movimiento minero organizado, que además tenían la convicción de izquierda, completamente contrarios al fascismo que efectivamente representaba Barrientos; después paradójicamente ganaría las elecciones del 3 de julio del 66, demostrándose la frágil memoria que tiene el pueblo.
Otro de los hechos sobresalientes de Barrientos fue el haber cautivado al sector del movimiento campesino con el denominado pacto militar campesino; uno de los elementos que contribuyó a esto ha sido sin duda el lenguaje, Barrientos manejaba fluidamente el quechua, y a la masa mayoritaria indígena del país cayó como anillo al dedo.
Valiéndose de esta fuerza enfrentó duramente a los otros sectores de los trabajadores (mineros, fabriles, magisterio, etc.), prácticamente declarándolos enemigos del país y proclives al comunismo internacional.
Algo que impactó también nacional e internacionalmente durante la dictadura de Barrientos fue la presencia del Che en Bolivia, cuando, a fines de 1967, Ernesto Guevara (El Che) con un grupo de sus compañeros, se introdujo a las selvas bolivianas (Vallegrande) para iniciar la guerra de guerrillas a objeto de conquistar el poder e implantar el socialismo en Bolivia y expandirlo a otros países de América del Sur.
Esta intención "revolucionaria" fue aniquilada completamente por Barrientos en concomitancia con la CIA de los Estados Unidos de Norteamérica. Se sabe por muchos documentos, que el Presidente de Estados Unidos de entonces mandó como regalo precioso las manos del Che al gobierno de Cuba, Fidel Castro, como una señal que no intente más exportar guerrillas a ningún país.
Finalmente René Barrientos Ortuño murió extrañamente un 27 de abril de 1969, al derrumbarse su helicóptero en un río de Arque, Cochabamba. Algunos creen que alguien de sus propios camaradas lo habría ejecutado por problemas de faldas, otros creen que fue la venganza del Che.
En fin, más allá de algunos hechos señalados, lo importante es aprender las lecciones del pasado, es decir, no más dictaduras de derechas fascistas ni de izquierdas totalitarias, América Latina ha aprendido vivir en democracia a precio de mucha sangre.
Particularmente en Bolivia recuperamos la democracia después de casi 20 años el 10 de octubre de 1982, nuevamente nos permitió pensar en libertad para no ser vasallos de nadie; respetar la Constitución Política del Estado, la alternancia del poder, permitir partidos políticos con visiones distintas, independencia de los órganos de poder entre otros.
No queremos más dictaduras sean estas civiles, militares, izquierdas, derechas, centros. Nadie nos puede obligar a pensar igual que el presidente o partido político sea éste gobernante o no.
Lo que tenemos que hacer es buscar entre todos, fortalecer la democracia, convivencia pacífica, la tolerancia, equilibrio, el respeto con apego fiel a las normas, comenzando en la Constitución terminando en la última resolución tanto gobernantes como gobernados.
alejo-s-21@hotmail.com
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.