Jueves 29 de octubre de 2015
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Por más que se quiera olvidar, nuestra historia nacional se caracteriza por el desarrollo o sucesión de acontecimientos que fortalecieron el mejoramiento económico y social de la población boliviana.
Uno de esos pasos vitales para lograr ese objetivo fue la nacionalización de las minas cuando el señor Presidente de la República doctor VÃctor Paz Estenssoro, firmó el respectivo decreto en los campos de MarÃa Barzola el 31 de octubre de 1952 ante la presencia de trabajadores del subsuelo, que se constituyeron en el pilar fundamental de la revolución del 9 de abril de ese año.
Esa determinación fue el inicio de un periodo de transformaciones para encaminar el proceso de hacer que los bolivianos sean conductores de su propio destino, manejando empresas estratégicas, algo que llamó la atención en Latinoamérica y otros paÃses del mundo, al ver cómo se daba lugar a la necesidad de hacer realidad la soberanÃa económica.
Pasan 63 años de aquel trascendental acontecimiento, y hoy vemos con amargura la desatención gubernamental que sufre la minerÃa porque no se da cabida a la capacidad innovadora que precisa el rubro.
