S谩bado 24 de octubre de 2015
ver hoy
A altas horas de la noche, con una luna que estaba ausente, con nubes negras que cubr铆an toda claridad de aquellas estrechas y empedradas callejuelas en aquel pueblo que se encontraba en alg煤n conf铆n de la tierra.
Una neblina como manto negro cubr铆a en parte el ovillo de lana que con la mano arrastraba el hombre, y que esta se deshilaba lenta e irremediablemente.
Respiraba con dificultad, sent铆a como si una garra l谩nguida le acariciaba el coraz贸n, sufr铆a terriblemente, pero ten铆a que seguir.
Hubo un revoloteo de mantos negros a su alrededor y docenas de manos cadav茅ricas intentaban atraparlo, mientras 茅ste abr铆a los brazos con un gesto de dolor.
Un grito desgarrador infrahumano electriz贸 la noche y gruesas l谩grimas cayeron del 煤nico ojo que ten铆a su rostro cadav茅rico.
Mas 茅l continuaba hacia delante, su paso era lento y cansino era como si el peso de su alma esa noche, fuera su tormento.
Un verde enfermizo que te帽铆a su cara y sus manos con un enervante tinte cadav茅rico, se distingu铆an apenas por esa luz d茅bil que ven铆a de esos faroles de mala muerte colgados en cada esquina prontos a expirar en este pueblo de lamento.