Martes 20 de octubre de 2015
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Editorial y opiniones
Dormimos para descansar y también para aprender
20 oct 2015
Maximiliano Corradi
Todo hombre se halla en la escuela de vida Tierra y deberÃa aprovechar las horas de enseñanza, es decir el dÃa, pues los instantes, segundos, minutos y horas son para cada uno de nosotros de gran importancia. Los hombres que no aprovechan la energÃa de su dÃa se dejan empujar por energÃas astrales de diverso tipo, y desperdician su valioso dÃa que tenÃa muchas horas de clase preparadas para ellos. Quien ha dejado que el dÃa pasara de largo, no ha participado de la clase, con lo que ha perdido la posibilidad de autorrecocerse. Esto significa que seguirá edificando sobre sus causas, sobre su sufrimiento y sobre todo lo que como efecto puede acaecerle.
El alma abandona de noche su cuerpo, y de acuerdo con su estado de conciencia, va a los ámbitos por los que es atraÃda. Allà obtiene diversas impresiones y por la mañana, en su "pequeña encarnación", las lleva consigo a su cuerpo. Un alma con un estado de conciencia elevado va también a ámbitos elevados y sutiles y participa en sesiones de enseñanza espiritual dirigidas por seres puros. Allà es instruida por estos seres sobre las leyes de Dios y sobre la ley de siembra y cosecha y se le dan explicaciones y ayudas para su nuevo dÃa. Con estas ayudas regresa a su cuerpo, a su casa de carne y hueso. Pero dicha instrucciones dependerán del computador causal, el cual registra todo el comportamiento de los seres humanos, y por lo tanto de aquellas grabaciones que deben ser mostradas al hombre para ser purificadas, es decir puestas en orden.