Pueblo Flecha una comunidad que camina al post-conflicto en Colombia
11 oct 2015
Fuente: Pueblo Flecha (Colombia), 10 (EFE).-
Por: Jorge Rincón
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Pueblo Flecha, que debe su nombre a la caña flecha, la materia de los típicos sombreros "vueltiaos" de Colombia, enterró un enfrentamiento de casi 30 años con una minera para forjar una alianza en beneficio de la comunidad y hoy se propone como ejemplo para un país que se acerca a la paz.
Además de ser una tierra donde abundan la caña flecha (Gynerium sagitatum), y los cultivadores y limpiadores de esa gramínea con la que se elaboran toda clase de artesanías, este pueblo de 600 habitantes de la comunidad de San José de Uré (Norte de Colombia) es vecino de la mayor mina de ferro níquel de América Latina.
Con una producción anual de 37.000 toneladas, la mina Cerro Matoso es operada por la multinacional South32, cuya concesión finaliza en el año 2029.
Después de casi 30 años de problemas con sus vecinos, la minera mantiene desde 2013 un diálogo constante con las comunidades en procura de garantizar una producción sostenible a nivel ambiental y social, y también un futuro para cuando acabe la explotación.
El diálogo ha sido posible gracias a que los líderes comunales, pertenecientes a la etnia zenú, decidieron unir esfuerzos con su otrora enemigo, Cerro Matoso, para sellar una alianza público-privada cuyos resultados están a la vista.
Pueblo Flecha ha experimentado un cambio extremo en menos de dos años que se aprecia en sus más de 100 viviendas nuevas, claramente diseñadas y organizadas, levantadas al lado de las dos calles principales perfectamente delineadas y canalizadas.
A la entrada de sus viviendas los vecinos que se dedican a limpiar y secar la caña flecha, que una vez teñida y tejida dará lugar a sombreros y otros muchos objetos en color blanco y negro, se muestran orgullosos de su aldea remozada.
Para un futuro cercano se proyecta la remodelación de la escuela y el suministro de agua potable para sus moradores.
Videlman Mejía, miembro del cabildo indígena, resume así para Efe la experiencia en su nueva casa: "frente a lo que teníamos, esto ahora es un palacio. El agua se nos metía. No teníamos baño, la cocina era de leña, el suelo era de tierra pisada. La vida nos cambió para bien y tenemos más salud".
En igual sentido habló Ricardo Gaviria, presidente de la compañía, quien precisó que la minera aportó 64 de las nuevas viviendas y la administración local, las restantes 46.
"Nos paralizaron la producción de la mina en 2008", recuerda el máximo dirigente de Cerro Matoso al hablar de la época previa a la alianza.
Para Luis Eduardo Marulanda, el vicepresidente de asuntos externos de la mina, el ejemplo de Pueblo Flecha es muy significativo para un país que está en la recta final de los diálogos entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo, al que esta comunidad no ha sido ajena.
Desde 1960, ante el desamparo institucional, esta región vio surgir y padeció el accionar de grupos armados ilegales como el izquierdista Ejército Popular de Liberación (EPL) o las paramilitares Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
Fuente: Pueblo Flecha (Colombia), 10 (EFE).-
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.