Domingo 11 de octubre de 2015
ver hoy
En todo el infinito no hay casualidades, tampoco nada estático, no existe nada que de improviso suceda bruscamente. Después de una estancia del alma en el ser humano, es decir encarnado en un cuerpo humano, comienza el tiempo de preparación para el momento en el que el alma salga de su cuerpo. Durante este tiempo de preparación, el alma se prepara para la vida en su forma de materia más sutil. Lentamente el alma se va retirando, lo que en una persona sana a menudo puede extenderse durante años.
Algunas personas mayores tienen dificultades al caminar, disminuye la fuerza en los brazos y la vista y el oído van perdiendo su rendimiento. La vida en general se vuelve dificultosa. Cuántas veces se escucha decir a personas ancianas: Antes esto mismo no me costaba nada. Yo era ágil, era fuerte, podía trabajar muchas horas sin cansarme, rendía mucho y ahora todo se hace muy pesado.
Pero así son las cosas. El alma se está preparando para pasar a otro estado, y nos diría algo así: "Tú, mi envoltura humana has de saber que yo, tu cuerpo espiritual que vive en tu alma, no soy de este mundo; Tomé un cuerpo material únicamente para arreglar en esta vida tanto como me fuera posible, del total de cosas impuras que traje de encarnaciones anteriores. Yo quiero caminar hacia el Hogar, hacia mi país de origen, hacia el eterno Reino de Dios, donde un día volveré a vivir como ser espiritual en la Existencia universal eterna".