Se cumplen treinta y tres a帽os del retorno de Bolivia a la democracia, despu茅s de un largo periodo en que la misma fue conculcada, anulada y manoseada de manera artera por varios reg铆menes dictatoriales, fueron tiempo de violencia y de abierto atentado a los derechos ciudadanos, lo que signific贸 el m谩s triste periodo de la vida republicana de nuestra naci贸n.
El mayor atributo del respeto a la libertad y la justicia es justamente la vigencia de una democracia plena, sin restricciones de ning煤n derecho, con libertades que est茅n en el marco de las leyes y permitan a los ciudadanos desempe帽arse libremente haciendo uso de la libertad de pensar que llevada a la pr谩ctica significa libre expresi贸n y opini贸n que es parte sustancial de la libertad de prensa.
Un 10 de octubre en 1982, el 煤ltimo de los presidentes militares cumpli贸 un mandato del pueblo y no de su alto mando, pues entreg贸 el poder a un gobierno civil producto de la voluntad popular encabezado por Hern谩n Siles Suazo que fue posesionado por el entonces presidente del Senado, Julio Garret Ayll贸n, asumi贸 como vicepresidente Jaime Paz Zamora.
Precisamente de este jefe pol铆tico se rescatan algunos conceptos relacionados con el hecho hist贸rico de restablecer la democracia en nuestro pa铆s. En su lucha pol铆tica refiri贸 algo que signific贸 el sacrificio de mucha gente en su lucha por las libertades, enfrentando a los atrabiliarios gobernantes, una corta frase identific贸 la decisi贸n pol铆tica de j贸venes revolucionarios, hombres y mujeres, de muchos profesionales y librepensantes cuando asumieron para s铆, aquello de "democracia o muerte", que fue parte de una determinaci贸n de poner fin al estado de oprobio en que viv铆a Bolivia.
Transcurri贸 el nuevo gobierno en un ambiente de cambio que por el saldo de los grandes problemas que dejaron las dictaduras, tuvo que sufrir una readecuaci贸n al sistema de convivir sin temores, pero con tristes recuerdos y enfrentar una grave crisis econ贸mica que afect贸 el mandato, pero ya no la democracia.
En los grandes periodos de crisis se hace pat茅tica la acci贸n del pueblo en defensa justamente de sus derechos y libertades, es cuando aflora con fuerza la pasi贸n por la Bolivia, libre y soberana, aunque en el devenir del tiempo se observa que no todos tienen esa pasi贸n democr谩tica para vivir respetando las leyes y en arm贸nica convivencia.
A prop贸sito de la fecha y cuando en el pa铆s vivimos un periodo de cambio en la perspectiva de vivir mejor, se hace imperioso recordar que fueron pol铆ticos del pa铆s que lucharon por recuperar la democracia, varios gobernantes en m谩s de tres d茅cadas mantienen como premisa invariable e insustituible la vigencia de esa democracia que cost贸 muchas vidas, luto y desintegraci贸n de muchas familias, en situaciones que lamentablemente se han generado bajo el ardid de asumir defensa de la democracia, avivando la confrontaci贸n entre bolivianos, olvidando que la democracia en su m谩s alto sentido valorativo, exige di谩logo, intercambio de ideas, debate, acuerdos y consensos, pero no presiones, hostigamiento y mal trato
Para los bolivianos, el paradigma del tiempo presente es defender la democracia a ultranza para que nunca m谩s vuelvan las noches oscuras del golpismo y evitar en todo tiempo que se nuble el di谩fano cielo de la democracia con nubarrones de autoritarismo, prepotencia y corrupci贸n. La democracia es libertad, respeto, justicia y dignidad.
Fuente: LA PATRIA
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