Política de incentivos para atraer inversiones

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Cuando el zapato ajusta hay que buscar la mejor manera de aliviar el dolor y quitar las molestias y en esa intención se puede encontrar varias soluciones, alguna que permita caminar sin problema y que generalmente se logra el objetivo.

Estamos soportando dolor y molestias, por la baja cotización de los precios internacionales de minerales, situación que en algunos casos ha llegado al extremo de poner en riesgo ciertas operaciones tales como las que corresponden al sector estatal que explota estaño y puede hacerlo con un precio que sea superior a los $us 7,50 por libra fina, con menor precio, el desequilibrio es patético y el negocio absurdo, pues no se puede sostener operaciones a pérdida.

El impacto de la crisis de precios ha golpeado con mayor dureza a la minería estatal, especialmente a su principal centro productivo de estaño, la mina de Huanuni, el impacto también llegó al sector de las cooperativas y no sin inconvenientes al desamparado sector de la minería privada "pequeña".

Sugieren concretamente que las autoridades abran la posibilidad de captar inversiones a través de incentivos tributarios, es decir la aprobación de una política impositiva que otorgue ventajas a los empresarios que además puedan sentirse seguros jurídicamente para exponer capitales y desplegar nuevas tecnologías para mejorar la prospección y exploración de nuevos yacimientos, pero también de incursionar en proyectos en desarrollo, para evitar el colapso de más empresas del sector minero, hecho que genera desocupación y malestar social.

Para los mineros asalariados, hay necesidad de establecer un nuevo régimen de impuestos, que no sean tan elevados como los que rigen actualmente en la minería y que espantan las inversiones, pues resulta muy costoso y peligroso invertir en minería, cuando no hay mínimas condiciones de seguridad.

Dirigentes mineros observan también la falta de reglamentación en la Ley Minera y la carencia de una adecuada escala impositiva, situación que perjudica seriamente la posibilidad de captar inversiones y permitir el crecimiento del sector minero. Para salvar coyunturalmente estas deficiencias los mineros de Oruro, plantean al Gobernador la aprobación de una Ley departamental, debidamente consensuada para facilitar la atracción de capitales, generando un sistema de incentivos, la liberación de ciertos impuestos y las garantías necesarias para las empresas que se asienten en Oruro y desplieguen su capital financiero y técnico.

El planteamiento de contingencia es interesante y debería ser considerado en el marco de asumir defensa de los intereses regionales para salvar la crisis de la minería, principal soporte de la economía departamental.

Como tampoco se sabe cuánto más demorará la aprobación del reglamento a la Ley Minera y en qué tiempo aprobará el Ministerio de Finanzas la escala tributaria minera, se justifica que defendiendo el interés económico del departamento se estudie, se elabore y apruebe una ley de incentivo para atracción de inversiones en minería.