De hace días rescato unas declaraciones del Primer Mandatario, durante un acto cumplido en Camiri, cuando señaló que las Fuerzas Armadas de la Nación "son políticas, tienen ideología, son anticolonialistas y antiimperialistas", una apreciación que quizás debió estar referida a la actitud de "algunos" miembros de la entidad armada nacional.
Vale la pena recordar lo que a propósito la Constitución Política del Estado (CPE) que en su artículo 245, señala concretamente que "la organización de las Fuerzas Armadas descansa en su jerarquía y disciplina, es esencialmente obediente, no delibera y está sujeta a las leyes y reglamentos militares vigentes". Se añade que como organismo institucional, tutelar de la Patria, no realiza acción política de ningún nivel.
Ahora bien, no es menos importante recordar que por efecto de la propia CPE y las leyes ciudadanos, se entiende que los miembros de las Fuerzas Armadas (FF. AA.) individualmente gozan y ejercen sus derechos como cualquier ciudadano, eso significa que nadie puede privar de tener y sostener una ideología y hasta simpatías partidarias, sin embargo en el caso de los elementos castrenses, no pueden hacer práctica de esos elementos mientras estén en cumplimiento de sus deberes militares. De paso indicar que el mismo tratamiento se da en la Policía.
El Primer Mandatario en su discurso en Camiri a tiempo de entregar una nueva unidad educativa, refirió que "las FF. AA. nacieron luchando contra la dominación española y sus tropas realistas, por lo mismo son políticas y tienen ideología anticolonialista y antiimperialista". En realidad esas y otras acciones del Ejército Boliviano, se ejecutaron en diversas circunstancias como emergencia del cumplimiento de los sagrados deberes en defensa de la heredad nacional, situaciones que pueden darse en cualquier circunstancia en la que nuestra organización militar está obligada al desempeño que le asiste por mandato constitucional.
Otra cosa que no hay que olvidar es que esas mismas FF. AA., son objeto de la alteración de sus normas, por la penetración de grupos políticos que distorsionando sus valores cívicos las han colocado en actitudes de seguimiento a intereses partidarios, con líderes de trayectoria ideológica en los dos extremos de las tendencias políticas, de ahí que jefes militares se convirtieron en gobernantes ocasionales, alterando los deberes del sector civilista.
Para la comunidad nacional, es importante que las Fuerzas Armadas mantengan su total independencia política, que su alto mando no se contamine con hechos partidistas, que se cumplan los altos postulados de asumir defensa intransigente de la heredad nacional y que trabajen en los fines de crear y fortalecer el espíritu cívico de nuestra juventud, aunque asumiendo por mandato de la CPE, el mando vertical que se origina en el Capitán de las FF. AA.
En el último tiempo se han producido avances sustanciales en el desempeño de las tareas intrínsecas que corresponden a las tres fuerzas de nuestras FF. AA. mejorando los niveles salariales de sus miembros y la infraestructura de los cuarteles, además de la modernización de su equipo armado, lo que representa un factor invalorable para estimular los deberes institucionales, ampliamente ligados a las expectativas ciudadanas.
Faltan algunos detalles que no han sido descuidados pero que deben efectuarse con mayor celeridad, por ejemplo haciendo realidad la erección de grandes unidades militares en sectores estratégicos de nuestras fronteras para sentar soberanía jurisdiccional, presencia activa para combatir dos males preocupantes el narcotráfico y el contrabando, por lo demás la ideología política de los militares es un asunto de responsabilidad personal.
Fuente: LA PATRIA
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