Sábado 03 de octubre de 2015
ver hoy
Árbol, buen árbol,
que tras la borrasca
te erguiste en
desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento?
Hoy he visto en tus ramas la primera
hoja verde, mojada
de rocío,
como un regalo de
la primavera,
buen árbol del estío.
Y en esa verde punta
que está brotando en
ti de no sé dónde,
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me
responde.
Sí, buen árbol;
ya he visto como truecas
el fango en flor,
y sé lo que me dices;
ya sé que con tus propias hojas secas
se han nutrido de nuevo tus raíces.
Y así también un día,
este amor que murió
calladamente,
renacerá de mi melancolía
en otro amor, igual y diferente.
No; tu augurio risueño,
tu instinto vegetal no se equivoca:
Soñaré en otra almohada el mismo sueño,
y daré el mismo beso en otra boca.
Y, en cordial semejanza,
buen árbol, quizá pronto te recuerde,
cuando brote en mi vida una esperanza
que se parezca un poco a tu hoja verde?