Cuando se mencionan "proyectos para Oruro", inmediatamente el colectivo social orureño recorre mentalmente los que considera prioritarios y merecen la atención de nuestras autoridades, tanto en el plano citadino, como en el departamental, además recordando las promesas ofertadas por los candidatos a la Gobernación y a la Municipalidad.
Para no generar un proceso de rechazo a la expectativa ciudadana, es menester reconocer que dadas las actuales condiciones de restricción en los presupuestos institucionales por la caída del precio de nuestras materias primas, especialmente en el rubro de regalías por el petróleo y gas que disminuyen ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), que llegarán en menor cuantía a los distritos, hay que pensar en algunos recortes y naturalmente en postergar ciertos planes.
Sin embargo por decisión gubernamental, se dispondrá de un fideicomiso que lo activará el Banco Central y que será distribuido en las gobernaciones y municipios pero de acuerdo a un orden de prioridades que favorecerá a los distritos que tienen menos ingresos y no pueden perjudicar obras en proceso de ejecución, máxime si las mismas están catalogadas en el orden de servicios básicos.
Lo importante es que en cada caso se haga una minuciosa revisión de los proyectos, se evalúe la capacidad financiera, pero sobre todo el impacto social de su ejecución y servicio comunitario, este no es tiempo de invertir o mejor de gastar en obras de maquillaje o en proyectos de mero alcance publicitario o ligados a condiciones suntuarias de puro exhibicionismo.
Ya se explicó en niveles de Gobierno que las inversiones que no generan utilidades deben considerarse como gastos, y lo que se necesita es un buen uso de capitales que produzcan réditos y satisfagan la expectativa ciudadana, en busca de mejores condiciones de vida. salud y servicios básicos es algo que no puede separarse, como tampoco seguridad y comodidad para la gente, ampliar las fuentes de empleo seguro y salarios dignos, en contraposición con la informalidad e ilegalidad.
En el caso del presupuesto de la Gobernación para la gestión 2016 se menciona la programación de 302,9 millones de Bs. Entre los proyectos más importantes se consignan el hospital de tercer nivel en su fase II con un gasto de 10 MM, luego se menciona el teleférico con 11 MM; el sistema de alcantarillado en algunos barrios con otros 11 MM, el Puerto Seco tendrá 1 MM, puentes y pasos en la Avenida de Circunvalación con otro millón de bolivianos. Se entiende que la diferencia servirá para el desarrollo de programas en el orden vial, conclusión de algunos tramos carreteros, electrificación rural y dotación de agua potable, además de construcción de hospitales en varias provincias, así es posible que se justifique el buen uso de recursos, atendiendo los proyectos que el pueblo espera.
Qué sucederá en la próxima gestión en el municipio orureño, es algo que seguramente se conocerá con un buen detalle en breve tiempo más, entendiendo que también debe definirse el presupuesto del gobierno comunal, sin olvidar los proyectos ofertados y que deben ejecutarse sin objeciones burocráticas, son aquellos que también están dirigidos al saneamiento básico, agua, alcantarillado, luz y vías transitables en todos los barrios. No olvidar promesas, entre esas el embovedado del canal Tagarete y la construcción del Mercado Central, obras que completarían una agenda de alta significación social.
El último trimestre del año deben definirse los proyectos del 2016.
Fuente: LA PATRIA
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