El Gobierno nacional a través de su principal canal de administración financiera, en este caso el Ministerio de Economía, admitió que "con el fin de afrontar los efectos derivados de la caída en el precio del petróleo y que provocó una disminución en los ingresos por la venta del gas, se creará un fideicomiso para las nueve gobernaciones del país con recursos provenientes de las Reservas Internacionales Netas (RIN)".
El titular de economía explicó que el fideicomiso que ya fue incluido en el presupuesto reformulado de este año, es un préstamo del Banco Central de Bolivia consistente en 400 millones de dólares, que tendrá que ser devuelto con créditos exteriores que serán gestionados por el Ministerio de Planificación del Desarrollo. El fondo tendrá una duración de veinte años.
Lo importante es que se agilitarán todos los trámites necesarios para disponer de esos recursos de modo que las gobernaciones no sean obligadas a paralizar obras que ya están en curso de ejecución u otras de emergencia que deben ser encaradas en el curso de los próximos meses.
El riesgo que existe actualmente es que muchos proyectos podrán quedar rezagados ocasionando serios perjuicios a la población, alterando además severamente las economías departamentales. Al admitirse que existirá una reducción en la entrega de los recursos del IDH, que hasta agosto se redujeron en 18 %, por la baja en la venta del gas, se salvará la cuenta de contraparte de las gobernaciones para dar continuidad a los proyectos en marcha.
Algo importante es que el proyecto de ley que dispone la creación del fideicomiso deber ser considerado con carácter de urgencia en la Asamblea Legislativa, para autorizar el uso de las RIN, operación que tendrá un pequeño interés para las gobernaciones, en función a mantener el valor de los recursos de reserva que tiene el país.
Estimaciones de las autoridades con marcado optimismo, señalan que en corto tiempo se producirá una recuperación en el precio del crudo lo que facilitará la recuperación de fondos y su restitución correspondiente al BCB, pero salvando oportunamente la deficiencia presupuestaria para la ejecución de proyectos.
Para fines de concesión de los recursos del fideicomiso, el Gobierno establecerá un sistema por el cual se dispongan los fondos en mayor proporción para los departamentos que tengan menos recursos por la reducción del IDH y regalías, de ese modo se permitirá un apoyo más directo y objetivo al desarrollo de programas con características de beneficio colectivo y que son parte de expectativas sociales.
Una recomendación especial del nivel oficial, tiene que ver con la necesidad de aplicar las anunciadas medidas de austeridad, especialmente en el aparato de toda la administración pública y las empresas del Estado que no cumplen los parámetros adecuados de rendimiento. La dotación de recursos debe dirigirse a la inversión en proyectos productivos en las regiones más afectadas con el recorte de presupuestos, las que serán compensadas con el préstamo para cubrir la diferencia de ingresos por la caída de precios de las materias primas.
La ciudadanía observa con mayor certidumbre la decisión gubernamental de dar un buen uso a las RIN, justamente en un periodo de crisis que necesita de un fondo de emergencia para no alterar el cumplimiento de proyectos que son realmente el anhelo de la comunidad, con sentido de vivir con dignidad, equidad y libertad.
Fuente: LA PATRIA
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