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Domingo 27 de septiembre de 2015

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Cultural El Duende

Periodismo y literatura: La palabra se hizo carne

27 sep 2015

Ponencia presentada por Lupe Cajías en el Foro "Periodismo y literatura" organizado por el Centro Pedagógico Simón Patiño en julio pasado

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Cuarta de cinco partes

WÁLTER MONTENEGRO SORIA (1912-1991) fue escritor, periodista y diplomático. Trabajó en "El Comercio" de Cochabamba y "La Patria" de Oruro. Al estallar la Guerra del Chaco, asistió al frente de batalla como reportero estatal; allí permaneció por tres años, donde conoció a los futuros presidentes David Toro y Enrique Peñaranda. Fue Secretario Privado del Presidente David Toro (1936-1937), luego lo sería del Presidente Enrique Peñaranda (1940-1941). En 1946 fue nombrado director del diario "La Noche" de La Paz. En 1947 pasó a ser redactor de "La Razón" donde mantuvo la columna "Mirador" que firmaba como "Buenavista". Abogado, fue también destacado diplomático y ministro de cultura (1969).

En 1981 recibió en Premio Nacional de Periodismo por parte de la Fundación Manuel Vicente Ballivián y fue socio activo de la Asociación de Periodistas. Al arte de escribir, Montenegro unió otras actividades culturales como la música tanto clásica como indígena. Igual que en los otros casos nombrados, los críticos destacan su prosa sin frases ampulosas y su estilo ágil.

Entre sus obras están "Los últimos" 1941), con argumentos ficticios pero con base en la realidad social de la época. Es la más famosa "El Pepino" que describe ese personaje típico paceño.

Obras: cuentos: "Once cuentos" (1929); "Los últimos" (1941); "El pepino / El gallo cochinchino" (coautor con Man Césped, 1996); ensayos: "Estaño malayo" (1943); "Introducción a las doctrinas económicas" (1956); "Oportunidades perdidas", "Bolivia y el mar" (1987); crónicas: "Mirador" (1948).

PORFIRIO DÍAZ MACHICAO (1909-1981) fue otro escritor, periodista, biógrafo e historiador que abarcó todo el siglo pasado. Sus datos biográficos son coincidentes. Asistió a la Guerra del Chaco (1932-1935). Fue fundador y director de "El País" (1937-1953) de Cochabamba, redactor y colaborador de varios medios de La Paz. Dirigió la Biblioteca de la Universidad de San Andrés (1958-1970). Miembro de las Academias Bolivianas de la Lengua (1955) y de Historia, Premio Nacional de Cultura (1973).

Recibió el reconocimiento oficial por su obra literaria, pero fue perseguido y apresado como periodista, sobre todo como autor de críticos editoriales sobre los gobiernos posteriores a la Guerra del Chaco.

"El estudiante enfermo" (1939) narra la educación sexual en las escuelas y universidades bolivianas tras el fin de esa contienda y es una de las pocas novelas bolivianas con más de 10 ediciones y múltiples debates. El personaje es un típico muchacho que fue marcado por el conflicto bélico y, a la vez, por una época de profundos cambios sociales.

Otra novela es "Tupac Katari, la sierpe" (1964), también ejemplo del triángulo literatura, historia, periodismo. "Historia del Rey chiquito" (1962) trata igualmente sobre la rebelión indígena de 1781.

Quiero llamar la atención sobre la obra "Vocero" (1942) que no he leído pero que gracias a Elías Blanco de la Agencia Gesta Bárbara sé de su existencia y que ella trata de la vida de un periodista y su lucha contra la corrupción y la persecución que sufre por miembros de la oligarquía gobernante. Quizá sea una autobiografía porque en esa época, como nos relató personalmente su viuda, Díaz Machicado vivió a salto de mata por la represión a su periódico en Cochabamba.

Elías Blanco recopila su vasta obra como: "Los invencibles en la Guerra del Chaco" (1936); "Cruz de aldea" (1967); "María del valle y sus cruces" (1966); "Cuentos de dos climas" (1936); "Prosa y verso en Bolivia" (4 v., 1966-1968); "Antología de la oratoria boliviana" (1968); "Antología del teatro boliviano" (1969), "Salamanca" (1938); "Melgarejo" (1944); "Nataniel Aguirre" (1945); "La bestia emocional" (autobiografía, 1955); "El ateneo de los muertos" (1956); "Historia de Bolivia" (5 v., 1955-1958).

MARIO GUZMÁN ASPIAZU (1925-1972) novelista, cuentista y periodista, destacado columnista es probablemente la figura que más une a la generación del Chaco con la generación post 52.

Fue famosa su columna "Panorama Móvil", que firmaba como "Sagitario", que según cuentan sus contemporáneos era comentada en todos los cafetines vespertinos. Era una época en que, a diferencia de la actualidad, ser columnista era una exigencia y sólo los mejores llegaban a esa meta. La publicaba en "Ultima Hora", medio del que llegó a ser director (1957). También estuvo ligado a "El Pueblo" y a "El Diario". En cada uno de esos espacios fue reconocido por su calidad humana y su ética.

La novela "Hombres sin tierra" (1956) trata el tema de la Reforma Agraria, debate muy propio de los años cincuenta, preocupación que se repite en "Chuño Palma" y "Canchamina". Lastimosamente no conocemos una obra completa de sus columnas como "Sagitario" y sus novelas o el cuento "La vieja voz del miedo" son poco difundidas entre las nuevas generaciones.

LAURA VILLANUEVA ROCABADO (Hilda Mundy) (1912- 1982) es la escritora y periodista más destacada del Siglo XX. Fundó el suplemento "Dun Dun", de corte humorístico y de "Retaguardia", irónico nombre en la época de la Guerra del Chaco. Fue columnista de "La Patria" y de "La Mañana", ambos de Oruro y durante años fue más famosa como periodista que ridiculizaba al poder y como hija de una notable familia de artistas.

Recién en los años ochenta, gracias al empeño de su hija, la poetisa (y también periodista) Silvia Mercedes Ávila se reeditaron textos de Hilda Mundy, su seudónimo. La crítica y catedrática en la Carrera de Literatura Blanca Wiethüchter se ocupó de colocarla como literata de vanguardia y en destacado lugar de la narrativa femenina.

Su natural rebeldía se expresó en "Pirotecnia". (Ensayo miedoso de la Literatura Ultraísta, temas varios de la mujer) (1936); "Cosas de Fondo" es un conjunto de crónicas, igual que "Impresiones de la Guerra del Chaco y otros escritos" (1989).

Su natal Oruro la recordó en su centenario como una mujer adelantada a su tiempo tanto en su pensamiento, su participación en la vida bohemia, y sus escritos. Fue esposa del poeta Antonio Ávila y parte del trío inseparable de éste, ella y el otro poeta Jaime Sáenz.

Aunque sus osadías literarias levantaban comentarios en su entorno, fue la dureza de sus críticas periodísticas a los gobernantes que llevaron a la derrota en el Chaco el motivo de su exilio disimulado desde Oruro a La Paz. En la sede de gobierno no volvió a escribir, o por lo menos a publicar.

MARÍA VIRGINIA ESTENSSORO ROMECÍN (1903- 1970) es casi contemporánea a Laura y como ella poetisa, cuentista, periodista con obras tempranas y luego un largo silencio. Casada con el noble europeo Juan Antonio de Vallentsits, viajó por casi todo el mundo. Radicó en París (1929-1932). De retorno en Bolivia, se desempeñó como profesora de francés y periodista, relacionándose con medios como "La Nación", "El Diario" y "La Razón". Fue profesora en el Conservatorio Nacional de Música (1943-1957) y Directora de la Biblioteca del Congreso (1950-1957).

En los agitados años 40, los críticos la consideraban la única mujer que escribía en los periódicos sobre temas no femeninos y con especial inteligencia y cultura. También publicó poesía como "Ego Inútil" (1971), pero fue su obra "El Occiso" (1937) la que la hizo famosa y despertó la curiosidad sobre su vida y sus misteriosos inspiradores.

Otros cuentos son "Memorias de Villa Rosa" (1976); "Cuentos y otras páginas" (1988), la biografía "Criptograma del escándalo y la rosa" (s/ Lygia Freitas Valle, 1996). Su hijo se ocupó de difundir su obra, poco conocida por los periodistas actuales.

Continuará

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