En todo el país hay un sentimiento de expectativa cívica esperando el fallo que la Corte Internacional de Justicia, CIJ de La Haya hará conocer este día muy temprano en la mañana, estableciendo si da curso o no, al incidente planteado por Chile para evadir el litigio que Bolivia dejó en la instancia del máximo tribunal de justicia internacional.
Hay que recordar que fue en abril del 2013 que Bolivia planteó una demanda ante la CIJ para que ese tribunal declare que Chile estará obligado a negociar de buena fe una salida soberana al Pacífico sobre la base de propuestas unilaterales que hizo a lo largo de la historia. Chile un año después presentó en La Haya un recurso de incompetencia a la gestión boliviana, lo que paralizó el proceso de fondo. Justamente este día, el alto tribunal de la CIJ emitirá su fallo respecto al recurso que utilizó Santiago.
En realidad de eso se trata, es eliminar una traba de orden legal en los procesos y que de ser admitida puede demorar por cierto tiempo más el tratamiento de la demanda boliviana, pero de ser rechazado ese argumento, se habrá dado un paso adelante en la futura consideración del asunto en el tribunal de La Haya.
Es importante que la ciudadanía sepa que la resolución que se conozca en la fecha, no es determinante en ningún caso a los fines decisorios del jurado de la Corte sobre el asunto, sólo se "salvará" un incidente y de no favorecer al pedido de Chile, se facilitará para el tiempo venidero inmediato, el tratamiento que con muchos argumentos valederos presentó Bolivia, demandando un retorno al mar.
Tres escenarios están plenamente vigentes, los entiende Bolivia, pero son alternativas que ponen nerviosos a los chilenos. Una alternativa es que la CIJ se declare competente para proseguir con el juicio, otra situación es que el mismo tribunal le dé la razón a Chile y en ese caso anule obrados o en tercera instancia que decida pronunciarse al final del juicio, una vez que conozca plenamente el fondo de la demanda boliviana.
Chile insiste en que la CIJ no puede conocer la demanda marítima boliviana porque los problemas limítrofes con Bolivia fueron resueltos a la firma del Tratado de 1904, una norma que estaría fuera del alcance del Pacto de Bogotá de 1948, instrumento por el que las naciones de América Latina se adscribieron a la competencia de la CIJ.
Ahí es donde se genera la incertidumbre, pues esa normativa no reconoce problemas jurídicos anteriores a 1948, pero se aclara que el Tratado de 1904, en ningún caso figura en la demanda planteada por Bolivia, sólo lo utiliza Chile como argumento para deslindar su responsabilidad en el tratamiento de fondo de este asunto.
Y lo que no debe perderse de vista, es que, cualquiera que fuese la resolución de la CIJ, al aclarar su posición en la instancia legal, Bolivia no retirará su demanda y al contrario aclara que su pedido de retorno al mar, es un proceso de justicia y solidaridad, de equidad y de fortalecimiento de la integridad regional, además de que no se trata de pedirle a Chile que disponga parte de su territorio en una concesión arbitraria, sino simplemente que devuelva el territorio usurpado en una contienda bélica desigual e injusta. De eso se trata en el plano legal y real.
Fuente: LA PATRIA
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