Hoy la responsabilidad ciudadana cerrará otra etapa de la carrera electoralista que obliga a los bolivianos a una práctica cansadora para resolver nuestras diferencias, sin que empero se alcance ese objetivo debido a la diferencia con que participan los principales protagonistas, unos oficialistas y otros opositores seguidos por el resto de participantes que son parte del montón que corre tras algún señuelo lanzado en desiguales campañas.
Aquí estamos en otra jornada denominada “democrática” en la que con mucha confusión por el uso de varias papeletas y poca información sobre cómo utilizarlas, la ciudadanía se esforzará por cumplir su deber cívico pero por supuesto lo hará guiada por fuerte presión mediática oficial y en otros casos por convicciones definidas en busca de mejor administración de prefecturas y municipios.
Las ofertas, en la mayoría de los casos, han sido improvisadas y algunas muy lejanas de la realidad que tienen los vecinos en sus barrios o los hermanos del área rural en sus comunidades. Predominó la fuerza del “presupuesto abierto” para la corta pero intensa campaña, frente a las limitaciones y la pobreza de los candidatos que remando contra la corriente tratan de rescatar la recóndita conciencia ciudadana, que a la hora de elegir puede dar sorpresas.
Muchos de los candidatos han ofrecido grandes proyectos de desarrollo, pero no han justificado factores de financiamiento, otros han exagerado en sus propuestas creando ilusiones entre incautos ciudadanos, los más se han ocupado de hacer denuncias y defenderse ante mutuas y arremetidas cuya virulencia mostró los intereses sectarios y la poca responsabilidad para la solución de los problemas ciudadanos.
Se han minimizado los grandes problemas de desarrollo humano, esos que tienen que ver con salud, educación y cultura. Tres elementos configuran la mayor parte de las inquietudes del electorado. Salud no sólo con apertura de postas sino con la construcción de hospitales, pero también con instalación de elementales servicios básicos, agua y alcantarillado. El caso de educación, más allá de la responsabilidad de garantizar la seguridad y comodidad de estudiantes en adecuada infraestructura educativa, hay que cumplir planes de educación ciudadana de manera que con la aplicación de un buen programa cultural el ciudadano eleve su nivel intelectual, disfrutando de todas las expresiones que permiten esparcimiento y calidad de vida.
Hoy será otro día singular para la ciudadanía que pone a prueba su responsabilidad cívica, la misma que coincide con el Domingo de Pascua, un día especial para reafirmar la convicción de fe, en el Supremo Hacedor que entregó a su Hijo Jesús para que con su sacrificio limpie los pecados del mundo. Este día se recuerda la Resurrección de Jesucristo como el milagro más grande de la humanidad para nuestra salvación.
Cristo resucitado ilumine hoy a los ciudadanos para elegir los mejores candidatos. Está en juego el destino de prefecturas y municipios y de centenares de miles de esperanzados bolivianos.
Fuente: LA PATRIA
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