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Miercoles 23 de septiembre de 2015

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Suplemento Policial

Fueron reprimidos por sus camaradas

Policías protestan para evitar su cambio de destino

23 sep 2015

Fuente: LA PATRIA

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Policías del Batallón de Seguridad Física junto a sus esposas e hijos protestaron ayer para evitar el cambio de destino de 140 uniformados de esta unidad. Sin embargo, en medio de la protesta fueron gasificados por sus camaradas de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) en la puerta de ingreso de dicha entidad.

Un día antes se conoció el problema a denuncia de las esposas de los afectados. Ayer en la mañana intentaron tomar dichas instalaciones, sin embargo, la UTOP impidió el paso, en la puerta se apostaron mujeres y niños, quienes con pancartas en mano protestaban.

"Queremos que los destinos queden sin efecto", "Papi no dejaré que te vayas. Atentamente, tus hijos", "No más enriquecimiento ilícito de los jefes a costa del Batallón", decían los carteles entre otros que estaban pegados en la pared.

Mientras que los afectados protestaban casi en la esquina de la calle Caro y Tarapacá. A las 09:35 horas una de las esposas gritó que era empujada por un uniformado de la UTOP, motivo por el cual hubo una reacción de los policías de civil que se fueron con todo contra sus propios camaradas, sin importar que de por medio había niños.

Cuando intentaban ingresar al Batallón, los funcionarios que resguardaban la puerta utilizaron gases lacrimógenos y lograron tener control de la puerta. En ese momento de confusión se pensó que varias mujeres y niños quedaron en el interior del Batallón, porque la puerta fue cerrada.

La respuesta fue inmediata, aprovechando que al frente se vendía material de construcción, se utilizaron varios ladrillos para originar una "lluvia" de objetos contundentes que atravesó la puerta. La indignación creció más cuando se observó a muchos niños llorando a consecuencia de la gasificación. Una señora casi perdió el conocimiento y muchos funcionarios del Batallón que protestaban quedaron muy afectados.

Sus compañeros les asistieron dándoles aire, humo de cigarrillo y en caso extremo utilizaron orín para disipar el gas de sus rostros. Insultos y una seguidilla de lluvia de ladrillos continuó. No faltaron los petardos que explotaron en la misma puerta.

Los manifestantes estaban susceptibles por la presencia de gente extraña y en algunos casos se repartieron golpes a personas ajenas al conflicto, en otros, se detectaron la presencia de infiltrados, fueron expulsados con insultos y algunas agresiones, sin pasar a mayores situaciones. Un pastor cristiano que estaba en la esquina invocaba a Dios para que los ánimos se calmen y de a poco la tensión fue bajando para que la razón se imponga antes de mayor violencia. Una de las esposas manifestó que la movilización era para evitar que sus maridos sean cambiados de destino, ya que detrás tienen a toda una familia.

"Si bien quieren destruir hogares, que lo hagan bien. Que firmen nuestra acta de divorcio lo vamos a hacer, si quieren que nuestros esposos tengan otras familias en otro lado, que lo hagan, pero a nosotras que nos mantengan", dijo.

El problema desnudó la situación económica del policía ya que muchos de ellos afirmaron tener un sueldo de 1.800 bolivianos, sin ítem y sin beneficios de los bonos de las entidades financieras. Asimismo, algunos se atrevieron a denunciar presuntos hechos de corrupción de jefes policiales.

Más tarde, llegó el comandante departamental de Policía, coronel Rodolfo Tapia, quien medió en el conflicto y propició un diálogo con los policías, situación que aún se desarrollaba hasta el cierre de la presente edición.

Al lugar también se presentó el presidente del Comité Cívico de Oruro, Pedro Challapa, quien dio su respaldo a los manifestantes e indicó que gestionará con el Gobierno, ítems para los policías y estos se queden en Oruro a brindar seguridad.

Fuente: LA PATRIA
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