Miercoles 23 de septiembre de 2015
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Editorial y opiniones
ECONOMÍA DE PALABRAS
Los negocios de los Soles
23 sep 2015
Humberto Vacaflor Ganam
La reciente compra de la Ferroviaria Andina boliviana por parte de un grupo presuntamente venezolano encabezado por un tal Carlos Gil, quien, también presuntamente, es dueño de varias empresas bolivianas, ha inquietado a muchos investigadores, sobre todo extranjeros.
Que un señor desconocido aparezca de pronto en un país y se ponga, de manera febril, a comprar medios de comunicación, ferrocarriles, plantas termoeléctricas y otras linduras, no es algo que pueda ser considerado "normal", a juzgar por el asombro con que se habla del caso en la región, aunque no en Bolivia.
El Rupert Murdoch de Bolivia se llama Gil, o Gill, según dicen algunos medios del exterior, pero, a diferencia del australiano que compra medios europeos y norteamericanos de manera compulsiva, este diversifica sus actividades incursionando en sectores tan ajenos a los medios como los ferrocarriles.
Según dice Siglo 21, no estamos ante un personaje llegado de Caracas con recursos del chavismo en 2007, y que ha optado por comprar todo lo que se mueva en Bolivia, sino ante un consorcio supermillonario vinculado al Cártel de los Soles. Gil, dice la publicación, es solamente la fachada, el nombre, el antifaz de este grupo que actúa en una de las más poderosas transnacionales del mundo.