En nuestro departamento, la violencia a niños, niñas y adolescentes es la más generalizada, si identificamos los lugares donde suceden, son precisamente las Unidades Educativas, aún con el consentimiento de los propios padres de familia o justificados por el clásico discurso adultocentrista, que “el palo educa”, “la letra entra con sangre”, “un coscorrón despierta”, “su mamá me dio el permiso” y un sin fin de justificaciones injustificables.
Aún podemos escuchar en varios profesores y profesoras mencionar que en la escuela su función principal es educar y disciplinar, y no cumplir con la misión constitucional de formar al alumno de manera integral, promoviendo competencias necesarias para su desarrollo personal, social y su compromiso con la comunidad.
Asimismo, los diferentes grados de castigos físicos y psicológicos, son simplemente acciones finales de una serie de formas paulatinamente agresivas, como son los insultos, hostigamiento, frases discriminatorias, golpes, hasta el acoso sexual que son víctimas especialmente las niñas y adolescentes.
Los reclamos en bajas voces entre pasillos de las Unidades Educativas y fuera del establecimiento tanto de los y las estudiantes y padres y madres de familia quedan en la nebulosa, porque es claro que una denuncia podría recaer en el hostigamiento continuo del profesor u profesora hacia el niño o niña que se quejó a sus padres. Si además incluimos la defensa incondicional de algunos directores/as o sindicatos, las denuncias son siempre justificadas por la crisis de valores en los estudiantes o responsabilidades atribuidas a los padres.
DIFERENTES MATICES DE LA VIOLENCIA
En los últimos años se está investigando la violencia en el aula, pero muy pocos se atreven a visibilizarlo por diferentes motivos, si bien podemos fácilmente encontrar información, sobre el nivel de analfabetismo, deserción escolar, rendimiento, gasto o inversión municipal, nivel de desnutrición y otros, es muy difícil medir o conseguir información sobre la violencia en aula.
El discurso machista, por demás retrógrado, que en el hogar es el lugar más seguro para los niños, niñas y adolescentes, pues este discurso esta fuera de la verdad, porque el hogar o la familia se convirtió en el lugar más inseguro. Seguido está la escuela donde las formas frecuentes de violencia son las físicas como los golpes con palo, sopapos, bofeteadas, palmadas, jalón de orejas, recortarles el pelo y hasta ponerles de rodillas durante un periodo por llegar atrasadas, según recuerdo esto lo menciono una adolescente de una unidad educativa católico.
La Subsecretaria de Asuntos generacionales (1997), mostró que 9 de cada 10 niños, niñas y adolescentes que asisten a una Unidad Educativa por lo menos alguna vez sufrieron algún tipo de maltrato psicológico (insultos, gritos, ridiculización o castigos), En cuanto al maltrato físico, 5 de cada 10 niños/as o adolescentes son víctimas de maltrato físico (golpes en cualquier lugar del cuerpo, jalones, hasta cortarles el cabello).
La Defensoría de la Niñez Internacional (DNI) realizó una investigación el año 1998, sobre el maltrato en las escuelas y colegios de Bolivia. La investigación concluye que: “...más de 100 agresiones sexuales se producen diariamente en las escuelas y colegios de Bolivia, elementos suficientes que llevan a pensar que el maltrato es uno de los factores que inciden en la deserción escolar.
El 2002, el Defensor del Pueblo auspició un informe de las Defensorías Municipales de Atención a la Niñez y adolescencia, que abarcó a 17 de 6 departamentos. El documento reveló que los casos de maltratos alcanzan al 24.2%, donde se incluyen lesiones, agresiones físicas y psicológicas, violencia, intento de violación, acoso sexual y abuso deshonesto.
Asimismo, este informe revela que durante el periodo comprendido entre 2001 y 2002, se registraron un total de 839 denuncias de vulneración a derechos en los centros educativos, por maltrato, discriminación, cobros indebidos, reprobación, omisión de socorro y acoso sexual.
VAGANDO POR LA TEORIA Y SU JUSTIFICACIÓN
Es importante intentar buscar la justificación o los efectos de la violencia en el hogar y por supuesto dentro del aula. Foucault, menciona que la escuela y la familia se encargarán de formar al sujeto desde su infancia y estos son responsables hasta que éste se haga adulto y puede insertarse en el campo de trabajo, esto refiere al periodo que aprende a aprehender que existen diferentes dimensiones de poder.
El mismo psicoanálisis habla de sujeto y no de individuo, porque un sujeto se constituye primeramente en dos dimensiones: una inconsciente y una consciente. De la parte inconsciente sólo se puede dar cuenta de algunas representaciones. En algunos momentos el sujeto es hablado por un inconsciente. La existencia del inconsciente se advierte cuando aparece expresado en el lenguaje, en los equívocos, en los sueños y los chistes, esto refleja la carga psicológica y vivencial de los padres y sus escuelas.
De ahí el discurso constante que los niños niñas adolescentes, son el vivo reflejo de los padres en el hogar y de los valores formados o no en las escuelas.
Algún profesor mencionó en alguna ocasión que en el campo, algunos padres se interesan más por el ganado, porque les están cuidando más que a sus hijos, el hecho de citar a una reunión de aprovechamiento, algunos mencionan que “están pasteando”, en el área dispersa y no tienen tiempo para reuniones. ¿Cuál será el justificativo en las ciudades…?
FORMAS DE ACOSO ESCOLAR
Keith Sullivan, dice que “el acoso escolar es un acto o una serie de actos intimidatorios y normalmente agresivos de manipulación por parte de una persona o varias contra otra persona o varias, normalmente durante cierto tiempo. Es ofensivo y se basa en un desequilibrio de poderes y nos animamos apuntar lo siguiente.
• Una persona que acosa tiene más poder que la persona victimizada.
• La intimidación suele ser organizada, sistemática y oculta.
• La intimidación puede ser oportunista, pero una vez que empieza, suele normalmente continuar.
• Normalmente se produce a lo largo de un periodo, aunque los que intimidan de maneras regular también pueden protagonizar incidentes aislados.
• Una víctima de acoso escolar puede sufrir daños físicos, emocionales y psicológicos.
• Todos los actos de intimidación tienen una dimensión ya sea emocional o psicológica.
• Acoso físico es la forma más obvia de acoso escolar y tiene lugar cuando una persona sufre daños físicos al ser golpeada, pateada, empujada, arañada, escupida, tirarle el pelo y otras.
LEGALIDAD O ILEGALIDAD
Parece difícil para los adultos reconocer que los niños, niñas y adolescentes son sujetos sociales y de derecho, pero vemos como ellos no votan en las distintas elecciones para autoridades locales y nacionales, entonces quién habla por ellos. Reconocer en todas sus dimensiones, biológico, físico y socio-cultural, como sujetos actores del desarrollo y el que hacer de las sociedades.
Es importante conocer los diferentes instrumentos de protección como es la Convención de los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre del 1989, con relación a sus derechos humanos, asimismo el Código niño, niña adolescente (Ley 2026), que reconoce la protección integral de la niñez y adolescencia en contra de todo tipo de discriminación, explotación, violencia, maltrato físico, psicológico y sexual.
Este Código hace referencia con mayor precisión a la prohibición de malos tratos en las escuelas, al referirse al derecho de gozar del respeto de sus educadores y el de participar en los procesos de enseñanza y aprendizaje y de formar organizaciones estudiantiles.
El mismo RAFUE (Reglamento de Administración y Funcionamiento para Unidades Educativas) aprobado en abril del 2001 por el Ministerio de Educación menciona en los artículos 18 y 21, que los alumnos deberán ser tratados con dignidad, respeto y sin discriminación alguna por razones de raza, cultura, sexo, idioma, religión, doctrina política u otra. Así también que están prohibidos los castigos corporales o psicológicos, económicos, en dinero o especie a los alumnos. En caso de cometer actos de disciplinas en ningún caso menciona algún tipo de castigo.
De distintas maneras la violencia está presente en muchas escuelas, estas se presentan como violencia económica, violencia intergeneracional, sexualidad y la violencia sexual y sobre todo la violencia física.
Profesores y profesoras se empeñan en negar la supervivencia del castigo físico, pues aseguran que desde la Reforma Educativa empezó a aplicarse, ya no emplean los golpes como un recurso disciplinario, sino la reflexión y las palabras. No obstante los niños y niñas parecen desmentir con sus testimonios.
Muchas veces, las decisiones que se toman en el ámbito educativo y especialmente de la presencia de la violencia en las escuelas, consideran solamente la opinión de los adultos, maestros, padres de familia, directores, juntas escolares o autoridades. Los niños, niñas y adolescentes no cuentan con un espacio para expresar su opinión y volvemos nuevamente al discurso adultocentrista presente todavía. Porque las huellas de la violencia, son difíciles de borrar.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.
