La populosa zona Sur de la ciudad, conforme pasa el tiempo, se convierte en un sector de atracción urbana gracias a la permanente labor de los propios vecinos en mejorar sus reductos de viviendas, contar con áreas verdes atractivas y calles lo suficientemente amplias para el recorrido vehicular.
Moradores cercanos a la Ciudad Universitaria, conforme pude verificar, tienen la firme intención de convertir toda el área en un centro de recreación visual atrayente, donde estén erigidas figuras de personalidades que aportaron al quehacer universitario y aquellas que no escatimaron esfuerzo alguno para sacar adelante el embellecimiento de la zona.
Estar en el lugar, es algo embelecedor al constatar que las familias allí instaladas trabajan unidas diariamente, sin descuidar detalle alguno para siempre contribuir con el emprendimiento progresista.
Fue satisfactorio intercambiar opiniones con personajes de antaño, quienes retrotraeron acciones decididas y encomiables para hacer crecer la zona donde viven. Varios de ellos se acordaron de que la caravana a Iquique salió por el lugar, siendo un acontecimiento histórico, porque los orureños de ese entonces, dieron el primer paso para retornar al mar cautivo.
Muchos de los coterráneos no se cansaron de señalar y mostrar páginas de esa época en que el matutino LA PATRIA, a la cabeza de su director don Enrique Miralles, se constituyó en el pilar fundamental para hacer realidad la infraestructura de la Ciudad Universitaria, algo que en la actualidad llena de orgullo a todos lo orureños, porque hubieron pioneros identificados con el acontecer universitario local.
Hoy, cuando las cosas mejoran sustancialmente, hay la iniciativa de dar un nuevo paso que enriquezca la imagen atrayente del sector comprendido en la rotonda frente a la Facultad Nacional de Ingeniería, lugar donde debe estar la estatua del ingeniero Jorge Nefelmaher por ser uno de los pilares que impulso la carrera de ingeniería civil en nuestro medio.
De hacer realidad aquello, significará una forma de recordar a quienes se desvelaron por engrandecer la actividad universitaria desde las aulas de ese prestigioso centro académico reconocido mundialmente.
De igual forma, también verían con agrado otro homenaje al Teniente Coronel Alejandro Dehne, héroe de la guerra del Pacífico, cuya larga avenida lleva su nombre. La distinción podría ser el colocar su busto al inicio de dicha arteria, tomando en cuenta que es el recorrido principal de salida hacia la carretera asfaltada a Pisiga.
Dios quiera que las autoridades de laUTO tomen en cuenta estas motivaciones que no hacen otra cosa que contribuir al mejoramiento urbano de la ciudad.
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