Sin mayor ambaje el Primer Mandatario del país, durante un congreso departamental de su partido en Tarija cumplido a fines de agosto pasado, señaló que las medidas neoliberales de hace 20 años, despertaron en el pueblo boliviano la aplicación de un modelo que pasaba de la lucha sindical a la electoral.
Recordó también que la vigencia del Decreto Supremo 21060 desde 1985 que determinó una serie de restricciones para importar bienes y servicios, la libre contratación, la reducción de empleados en las empresas públicas y la aplicación de un salario mínimo, son parte de ese paquete que generó motivaciones políticas en el pueblo para encontrar una vía y alcanzar el poder.
Justamente en el correr del tiempo, el entonces parlamentario, llegó al poder y anticipó que anularía el famoso Decreto Supremo 21060, que en los hechos fue parcialmente anulado, pero aún persiste en ciertas condiciones de la actividad comercial que se desarrolla en el país, por ejemplo con la continuidad del sistema de la libre oferta y demanda, que permite al comercio y varios servicios ajustar sus precios de acuerdo a las circunstancias, pero en desmedro de la economía popular, la que todavía no puede nivelarse entre el salario que se percibe y el gasto que significa cubrir el costo de la inflacionaria canasta familiar.
Los hechos muestran que evidentemente los movimientos sociales y algunos de los sindicatos de apoyo directo a la corriente del partido oficial, cambiaron la estructura del movimiento político, cuya fuerza en los sectores indígenas, campesino y originario fue parte del nuevo instrumento político que alcanzó porcentajes de amplio apoyo a la corriente aún vigente del IPSP - MAS, que llegó a constituirse en la primera mayoría del país.
En la actualidad algunos elementos entran como variables en el contexto que da funcionalidad a los "movimientos sociales", que en ese proceso admitido claramente por el Mandatario sigue en esa línea de la tarea sindical y su objetivo de alcanzar ventajas electorales.
Los analistas políticos y algunos líderes de la oposición señalan que ciertos de los condicionamientos del movimiento que surgió tras la "capitulación de la derecha en Bolivia", tienen aún efectos especiales y no han podido neutralizarse, como sucede con los resabios del 21060, al punto que ahora afloran algunas posiciones, cuando se toca el tema de "abrir la constitución" para permitir un alargamiento del mandato de las principales figuras del mandato, en base al apoyo que se busca en otras corrientes sindicales, como el caso de la COB, que se ha plegado al proceso, aunque con disimulada resistencia en sus bases orgánicas.
La solución de "cambio", fue expuesta también por el Presidente, al formular un pedido a sus bases, para que las mismas admitan a "invitados" y gente de otros partidos que apoyen la continuidad del proceso, considerando que "aquí todos tenemos los mismos derechos, incluyendo los invitados que si están de acuerdo con los principios y programas? se respetarán sus derechos".
El último planteamiento de nivel político - oficial, ha despertado inusitado interés en algunos sectores políticos nacionales, esperando "que se den las condiciones propicias, para debatir nuevas políticas económicas, nuevos programas sociales, orientados para seguir avanzando y garantizando la definitiva liberación del pueblo boliviano". Puede tratarse de un cambio de timón, en la conducción de la nave política gobernante.
Fuente: LA PATRIA
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