Hasta que por fin salió a relucir la palabra clave en tiempos de crisis: Austeridad. Por lo pronto el Primer Mandatario ha instruido al gabinete, la aplicación de políticas de austeridad como alternativa para contrarrestar los efectos que sufre el país, por la caída de precios internacionales para sus principales materias primas de exportación, el caso del gas y los minerales.
Era tiempo de aplicar correctivos en los planes gubernamentales para establecer nuevos lineamientos de contingencia, en tanto se mantengan las restricciones de ingresos al Erario Nacional y el asunto sea considerado como elemento de cuidado en la franja de seguridad financiera.
Pese al optimismo que mantiene el ministro de finanzas, el Primer Mandatario con criterio más realista ha exhortado a la comunidad tomar algunos recaudos como ajustarse el cinturón y gastar menos, especialmente al final de la presente gestión pero seguramente con mayor incidencia el año siguiente, si se mantienen las condiciones negativas en precios de petróleo y gas.
El gabinete ha recibido una recomendación de nivel superior y la misma tiene relación con la necesidad de generar urgentes políticas de austeridad y un control estricto del gasto público, eso se entiende si se trata de ahorrar recursos del Estado y evitar conflictos en ciertos rubros de la propia actividad gubernamental.
Para las autoridades el problema tiene solución en un extremo crítico, pues el país cuenta con un importante ahorro consignado como las Reservas Internacionales Netas (RIN) que hasta fines del 2014 sumaban 15.123 millones de dólares, pero que hasta agosto de la gestión presente disminuyeron a 14.935,9 millones de dólares y que podrían ser utilizadas racionalmente si las condiciones extremas de tipo financiero así lo exigen.
Pero lo importante del instructivo de austeridad es que debe disponerse un plan para la reducción efectiva de gastos y esa política seguramente será explicada a la colectividad para saber ciertamente dónde se ajusta el cinturón estatal y qué es lo que se priorizará en función de proyectos de orden social y retrasando los que sean considerados excepcionales o suntuarios.
La gran incógnita es no se sabe qué tiempo más persistirá el bajo precio del petróleo que el 24 de agosto pasado llegó a su tope más bajo del último tiempo con 38, 24 $us por barril, cuando en junio del 2014 llegó a su máximo valor con 110 $us el barril.
Dadas las características de este proceso económico con fuerte presión generada por los colosos industriales del mundo, la situación de la China y el movimiento de equilibrio que dirigen desde EE.UU. y Europa, hacen vislumbrar todavía un largo trecho que recorrer en las extremas condiciones actuales.
El factor austeridad tiene que aplicarse con estricto control de las finanzas del Estado de modo que no se gaste más de lo que genera el país como ingresos reales y no ficticios, pero lo más importante es que se evite el dispendio de los recursos del pueblo, se corten gastos innecesarios en excesiva propaganda, se recorten las asignaciones para viajes y viáticos, evitar que fondos de las RIN sean utilizados en proyectos innecesarios coyunturalmente o directamente en algunos programas de "maquillaje político".
Los gastos deben dirigirse a fomentar e impulsar los sistemas productivos en función y alentar otros en perspectiva como la prospección y exploración de nuevos yacimientos de recursos naturales, que más adelante serán parte de la recuperación económica del país, mientras tanto la austeridad es obligada.
Fuente: LA PATRIA
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