Cerrato, cobijo del Sagrado Corazón de Jesús

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Uno de los puntos destacables a la vista para el ciudadano local se ubica en la parte nor oeste de la estructura urbana antigua de la ciudad, cuyo límite es el Cerro Cerrato, en cuya cima se puede advertir una escultura de bronce que representa el Sagrado Corazón de Jesús de brazos abiertos en señal de cobijo a todos los hijos de Dios.

Este monumento no siempre estuvo erigido allí; es posible que en el siglo XIX o en la colonia por su posición estratégica y además elevada haya permitido instalar un puesto de vigilancia para la ciudad, Fue a principios de siglo veinte que se instaló la caja de agua de abastecimiento de este líquido vital a los habitantes, sustituyendo aquel que no funcionó de la calle Camacho. En la década de los años cuarenta en 1943, aprovechado el Segundo Congreso Eucarístico Diocesano a iniciativa de un denominado Comité Monumento Corazón de Jesús realizaron gestiones para levantar en la cima del cerro Cerrato este monumento religioso.

La tradición nos muestra que para acceder a este centro religioso, lo recomendable ascender a pié, visitando en época de Semana Santa las catorce estaciones que unen la ciudad con la cúspide en la cual se encuentra el monumento, ahora casi perdidas por el crecimiento urbano. Estas paradas obligadas para los católicos invitan a rememorar a través de los Misterios de Dolor esa travesía hasta el Gólgota. Esta analogía con el cerro Cerrato nos transporta a este hecho, por lo que no pudo haber otro lugar más propicio para un simbolismo religioso como el de la Pasión de Cristo como este cerro de Oruro, por ello la recomendación de visitarlo a pié.

Muy cerca del monumento, se encuentra la capilla de Kaluyo, según se sabe su antigüedad es muy lejana. Se cuenta que en su interior existía un rostro pintado de Jesús al cual le rendían reverencia de tiempos muy distantes. Sin embargo, de acuerdo a la recopilación de Alberto Guerra Gutiérrez, el culto está dirigido a dos “calaveras” muy antiguas que conservan aún su nombre propio. La tradición invita a quienes fueron víctimas de un robo, con plegarias a estas almas permiten el descubrimiento de los autores. La capilla no es visible desde la ciudad y sólo es perceptible al coronar la cima del cerro.

En ésta época de recogimiento espiritual y de reflexión por la entrega de vida de Jesús por nuestros pecados, invita a pasear por este espacio que simboliza aquella Pasión, envuelto en tradiciones colaterales de las muchas que aún perviven en la ciudad y es posible encontrarlas en los Rincones de mi Tierra.

Fuente: LA PATRIA