Jueves 03 de septiembre de 2015
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Al cierre del SÃnodo Extraordinario de la Familia, el Papa afirmó que "Esta es la Iglesia que no tiene miedo de comer y beber con las prostitutas y los publicanosÂ? que no se avergüenza del hermano caÃdoÂ? se siente implicada y casi obligada a levantarlo y animarlo a retomar el caminoÂ? ". ¿Es realista o son solo frases bonitas que se esperan de un sacerdote? Como no soy sacerdote ni poeta, no me dedico a repetir frases que no tengan utilidad práctica ya que lo mÃo es el estudio del ser humano y su sociedad.
Castigar a una persona es propio de la soberbia humana. ¿Quién es "juez" para decidir qué estuvo mal y por qué? De hecho, la enorme mayorÃa de los "delitos" son inventados por los gobiernos. Por caso, como cuando con soberbia imponen aduanas -para "defender la industria nacional" y solo defienden a un grupo acomodado de industriales- crean al delito de "contrabando". Y, asÃ, inventan evasores al forzar el cobro de impuestos, narcos al imponer la "guerra contra las drogas", etc., etc. y todos los delitos inducidos como quienes roban para poder drogarse.
Dice santo Tomás (S.Th., I-II, q. 6, a. 5) que: "La violencia se opone directamente a lo voluntario como también a lo naturalÂ? (porque)Â? lo violento emana de principio extrÃnseco". Y su mejor comentarista, Etienne Gilson ("El tomismo", Segunda Parte, CapÃtulo VIII) asegura que para el Aquinate "Lo natural y lo violento se excluyen, pues, recÃprocamente".Y aclara Aristóteles ("La Gran Moral", I, XIII)que "Y asÃ, siempre que fuera de los seres existe una causa que los obliga a ejecutar lo que contrarÃa su naturaleza o su voluntad, se dice que hacen por fuerza lo que hacen... hay violencia siempre que la causa que obliga a los seres a hacer lo que hacen es exterior a ellos".
Crease o no -no es solo una frase bonita- el dÃa en que comprendamos que la violencia sólo sirve para destruir y nunca para ordenar o defender, desde que impide el desarrollo espontáneo de la naturaleza, no sólo desaparecerán las guerras y los conflictos violentos sino el hambre y la miseria. Empezando por cada uno de nosotros que, a no dudarlo, esto no sólo no nos dejará indefensos sino todo lo contrario por cuanto los métodos eficientes ("omnipotentes") de defensa son los pacÃficos.