Jueves 03 de septiembre de 2015
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En la mayorÃa de las poblaciones rurales del departamento, no existen rellenos sanitarios, en alguna medida si hay botaderos, pero ante el temor de sus consecuencias contaminantes, en muchas regiones optan por el quemado de sus desechos, como es el caso de San Pedro de Totora.
El Censo del 2012, practicado por el Instituto Nacional de EstadÃstica (INE), revela que de 1.886 personas consultadas respecto al destino final de su basura, 1.010 confirmaron que la queman, 413 la botan al rÃo, 281 la entierran, 80 la depositan en un lote baldÃo o en la calle, 32 acuden a un basurero público o contenedor, 13 esperan el paso del carro basurero y 57 encuentran otra forma de disponer sus desperdicios.
En cuando al desagüe de su servicio sanitario, de 239 personas consultadas, 222 informaron que lo hacen a un pozo sanitario, 5 al alcantarillado, 5 a una cámara séptica, 5 a la quebrada o rÃo y 2 a la calle.
Paradójicamente, si la mayorÃa de la personas tienen su desagüe sanitario hacia un pozo, buen porcentaje de los habitantes de ésta región usan agua de pozo o noria para consumir en sus viviendas. De 1.886 habitantes consultados, 950 buscan aguas subterráneas, 516 recurren al agua de lluvia, rÃos, acequias o vertientes, 255 de una cañerÃa de red, 129 van por agua a una pileta pública, 34 consumen agua de lago o laguna y 2 de un carro aguatero.
Fuente: LA PATRIA
