Entonces los esfuerzos de los procesos formativos deben direccionarse al logro de la calidad y no tanto de la cantidad de los recursos humanos, definiendo el siguiente perfil profesional:
Una mujer u hombre PolicÃa Ãntegro con verdadera vocación de servicio.
Un servidor público con capacidades para incorporar nuevas tecnologÃas y el avance de las ciencias, para utilizarlos como herramientas de trabajo en sus funciones de servicio a la sociedad. Un policÃa comprometido con su comunidad, que considera la prevención del delito y el auxilio al ciudadano como funciones primarias.
Un servidor que considere un valor social el servicio al humilde, al desamparado, al que cayó en desgracia y a toda persona que lo requiera en cualquier situación o circunstancia. Un profesional capaz de planificar y tomar decisiones adecuadas en la resolución de conflictos sociales. Un ser humano que sepa entender el dolor de las personas que caen en alguna desgracia. En fin, un policÃa profesional que en ninguna circunstancia pierda su esencia y condición de ser humano.
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