Domingo 30 de agosto de 2015
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Cuando los medios de comunicación y algunos periodistas son objeto de cuestionamientos desde el poder central por el trabajo que producen, significa que en realidad lo que pasa es la aplicación de medidas contra la libertad de expresión y el derecho de opinión del periodismo independiente.
Esa posición entraña un riesgo para el desempeño de la prensa independiente, la que además por las denuncias que se han hecho recientemente no solo resulta amordazada, sino también sujeta a los cupos distributivos de la propaganda estatal que no se la otorga o se la corta en criterio de altas autoridades que definen el uso de recursos nacionales que son de todos los bolivianos, pero que sólo benefician a los medios de comunicación estatales o afines a los lineamientos dictados por la superioridad oficial.
Estos hechos son realmente preocupantes cuando se producen en un Estado que se precia de ser absolutamente democrático y por lo mismo respetuoso de las libertades y los derechos ciudadanos, factores que al ser vulnerados contradicen los principios, sobre la materia, inscritos en la Carta Magna.
Fuente: LA PATRIA
