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Domingo 30 de agosto de 2015

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Cultural El Duende

Evangélicas

30 ago 2015

Almafuerte

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No es prudente buscarÂ?

1. No es prudente buscar las amistades en los tramos sociales más elevados que el que ocupamos: los seres superiores, en cualquier manera de superioridad, no fueron nunca seres amantes.

2. La lealtad no es virtud fácil de ejercer con los humildes; porque toda virtud busca una recompensa positiva, y los humildes carecen de fondos para premiar a los que les son leales.

3. Lo mismo que desde la canastilla de un Montgolfier, no distinguiríamos de otra mujer cualquiera ni a nuestra misma madre; desde las alturas de la intelectualidad, del poder, de la fortuna, de la felicidad, se divisa a los hombres como a granos de arena y se les trata como a desconocidos.

4. A todo aquel de tus iguales que quiera subir, considérale como a uno que te quiere dejar; y a todo aquel que haya subido, olvídale como a uno que hubiese muerto.

5. La amistad de los que están mejor colocados que nosotros, es una especie de magnanimidad del lobo para con el cordero, porque puede cesar cualquier vez por la voluntad del lobo.

6. Nuestros semejantes más felices no son tales semejantes nuestros.

7. El dictado de amigo dado por los superiores a los inferiores, es humillante para estos ¡tan humillante como una limosna recibida en plena vía pública!

8. Todas las clases sociales tienen su estado de ánimo propio, que dificulta la fácil y cordial relación entre unas y otras.

9. Y dos situaciones de ánimo distintas no pueden entenderse entre sí; porque a pesar de expresarse con las mismas palabras no las usan en el mismo sentido: dentro de cada idioma hay muchos idiomas, y todos los días hablamos uno diverso.

10. Nunca podrás ser amigo, recuérdalo bien, de aquel que no entiende plenamente lo que le dice.

11. Por otra parte, ninguna amistad es absolutamente necesaria; casi todas constituyen una esclavitud, y todas un peligro para la solidaridad humana y para el sentimiento de la justicia.

12. El hombre se debe a todos, no a uno solo.

13. Por último, si quieres evitarte dolores inútiles, no ames especialmente sino a tu mujer, tus hijos y tus padres: que no quede en ti nada más que el sensualismo absolutamente indispensable.

14. Hay que despojarse poco a poco del barro de bestia que todavía nos agobia.

15. Y bien puede comenzarse por suprimir esa gran injusticia que han venido cometiendo los hombres; porque nadie, absolutamente nadie, tiene derecho de ser juzgado con el criterio elástico del amor, si los demás han de ser medidos con la vara inflexible de lo verdadero, de lo justo y hasta de lo conveniente.

16. Suprime hoy mismo todos tus amigos, así en seco, como quien derriba una planta de cicuta a un golpe de hacha... ¡y ya verás cómo te sientes más justo, más útil a los demás y más misericordioso y tolerante con los errores ajenos!

17. Pero, sobre todo, vuelvo a insistir: no elijas tus amistades entre aquellos que pueden decir alguna vez que los avergüenzas en público.

No pidas nunca...

No pidas nunca en el platillo cincelado de la adulación: así piden los pillos. Ya es bastante desgracia tener que pedir, para que todavía le añadas un poco de vileza: la de las mentiras laudatorias. Para inspirar consideración, no hay necesidad de mostrar otra cosa que la miseria misma: lo que no se consiga de los poderosos por ese solo justísimo medio, asume los caracteres de la estafa. Yo no quiero decir que seas altivo hasta la insolencia, pero tampoco debes caer en la adoración de tus protectores; ponte en el justo medio. Di: "quiero, necesito, me muero de hambre", y muestra tu cuerpo flaco y tus miembros temblorosos, que eso es un hermosísimo valor; pero, no digas nunca: "¡oh, señor inconmensurable como el espacio, absoluto como el universo y eterno como el tiempo, soy el único conocedor de tu grandeza y quiero ser tu único contemplador�!" No; no digas así, nunca, jamás, aunque eso te valiera, no ya el pedazo de pan, en mendrugo durísimo que consigue la verdad y la sencillez, sino muchas y opulentísima oriental del panegírico. El dolor, como padre de las ideas, no puede ser más sagrado; pero ese mismo dolor, como generador de la mentira y de la adulación, no puede ser más despreciable. Y tú que crees en la grandeza, a tu manera, no la zahumes de ese modo, que, si ella existe, ¡debe ser enemiga fiel del humo!

* Alma Fuerte. Seudónimo

del poeta y periodista argentino Pedro Bonifacio Palacios

(1854-1917).

Para tus amigos: