El tiempo pasó y se recuerdan 29 años de una medida política que frenó una valerosa acción sindical cuando en el gobierno del MNR un día como hoy en la localidad paceña de Calamarca, muy próxima a la Sede del Gobierno centenares de aguerridos trabajadores mineros resolvieron retornar a sus bases, para evitar lo que pudo haber sido un cruel y desigual enfrentamiento.
Un ampliado en la Central Obrera Departamental de Oruro, el 22 de agosto de 1986, determinó una marcha hacia La Paz, en demanda de soluciones a muchos problemas que por entonces atravesaban los mineros, subsistiendo con "salarios de hambre", viviendo y trabajando en precarias condiciones.
Fue una dura prueba a la entereza de miles de mineros caminar durante una semana hasta llegar después de varias escalas y muchos sacrificios a Calamarca, donde fueron frenados por efectivos militares, con la instrucción precisa de no dejar pasar "ni un solo minero" hacia La Paz.
Se cumplió la orden y obligó a deliberaciones de urgencia entre los connotados dirigentes mineros de entonces que luego de prolongado intercambio de opiniones resolvieron emprender el retorno a las bases, considerando que esa medida era entonces la más acertada, tomando en cuenta que era imposible romper el cerco militar ordenado por el mismo presidente que años antes dispusiera la nacionalización de las minas, para liberarlas del poder de los barones del estaño y entregarlas al Estado y a los trabajadores mineros.
Fueron duras jornadas en la prolongada caminata, la primera que se convirtió más adelante en un paradigma de las luchas obreras y sociales, creando problemas a muchos gobiernos, inclusive a los últimos, cuando se anuncian marchas desde Oruro hacia el Palacio de Gobierno.
Los mineros "no perdieron" ganaron el reconocimiento del pueblo por su valentía y el respeto del gobierno de entonces a una clase de indeclinable conciencia sindical y fortaleza física al punto que tuvieron que movilizarse contingentes militares para frenar la impetuosa marcha minera por la vida.
La historia sindical minera recuerda "entre líneas", algunas opiniones de políticos y de ciertos dirigentes alineados en el partido gobernante de ese periodo, que calificaron de "traidores" a los dirigentes mineros por haber dispuesto el retorno de la nutrida caravana humana a las bases mineras, empero son más fuertes las coincidencias que reconocen la experiencia, el criterio humano y la capacidad de discernir ante una emergencia que pudo convertir la marcha por la vida, en una caminata hacia la fatalidad.
El ejemplo del sacrificio minero, el más combativo del país perdura y seguirá siendo una muestra de las decisiones valerosas en defensa de los derechos laborales, de la riqueza del país y de la igualdad y libertad de las personas.
En el tiempo presente se vive circunstancias negativas en el sector minero en general, los asalariados de las minas del Estado están enfrentando el reto de mantener sus operaciones, aumentando el volumen de su producción para salvar miles de empleos y evitar el colapso de esta importante actividad extractiva.
Circunstancia difícil en tiempos diferentes, pero con un peligro latente contra la estabilidad laboral, y además generando limitaciones en los ingresos para el Erario Nacional, una ocasión especial para recordar a los miles de mineros que hace 29 años, no dudaron en sacrificarse y exponer sus vidas, defendiendo sus derechos y la riqueza minera de Bolivia.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.