Miercoles 26 de agosto de 2015
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Hay un asunto que ha sido tratado en la historia trascendentemente, pero muchas veces con fragilidad, vulgaridad e ignorancia académica: el de la política y lo político. La gente muchas veces, más que las necesarias, lo ha considerado muy torpemente al interpretar incorrectamente los conceptos y su materialización en los procesos históricos. Pero, sus implicaciones son más profundas. ¿Qué es primero: la política o lo político? De eso es pertinente tratar ahora, partiendo de un análisis histórico y político que implique la comprensión del tema de manera teórica e intelectual ya que tiene una influencia muy importante en la vida de un país.
¿Cuándo surge el dilema? Cuando se confunden dos cosas si bien relacionadas íntimamente, diferentes en concepción y esencia. La política es una ciencia que radica en el análisis de los sistemas y fenómenos que hacen al poder y al gobierno de las cosas humanas. En cambio, lo político se refiere al manejo de instrumentos como las elecciones o conspiraciones autoritarias para llegar al poder y gobernar. Esto para empezar. Pero hay otro tema sobre el que se deber reflexionar: ¿qué surgió primero? La política se objetivizó en el análisis y revelación del poder y lo político en el uso de éste para fines no siempre santos, y generalmente perversos. La primera fue muy posterior por su razón de constitución como ciencia y su carácter multidisciplinario, el que engloba a la historia, la filosofía, la economía, la sociología y otras ciencias muy importantes por su contenido y naturaleza.
