Mal endémico, que nace junto al hombre, sus primeros pasos, el engaño y la mentira. Enraizándose en todas las esferas sociales, con más saña en las estatales, su máxima expresión mostrada es cuando el activo forma parte del poder. Basta con ser viceministro de alguna cartera para enriquecerse ilícitamente.
"Lucrar todo lo posible mientras te encuentras en el poder" Sin importar si esta actitud delincuencial afecte a quien afecte.
Estos comportamientos surgen del "muladar de nuestra sociedad" que fabrican antologías de odio y desprecio, sobre todo de la miseria. Los entes llamados a controlar estos delitos son la policía y la justicia respectivamente.
La policía cumple con su deber un ochenta por ciento, lamentablemente la justicia no llega siquiera a un treinta por ciento.
Precisamente entre los poderes del Estado, el poder judicial es el más obsoleto.
Cuando debería ser a la inversa, porque los administradores de justicia, tuvieron la suerte de asistir a aulas del conocimiento para estudiar "El derecho a la justicia" Estos conocimientos adquiridos por estos, no son para nada impartidos ni trascendidos a nuestra sociedad, que se encuentra en su peor momento, huérfana de justicia.
El narcotráfico, como delito no hace mucho ocupaba el primer lugar. Hoy en día la administración de justicia corrupta esta a la cabeza. No hay un solo día que mediante la prensa oral, escrita y visual nos enteremos de la captura o detención preventiva de un juez o fiscal acusado de corrupto. Cuando la función de esta autoridad es la de acusar, y no estar junto a estos delincuentes en la cárcel.
El poder judicial, la Contraloría del País, el Ministerio Público, sin la capacidad necesaria para sancionar estos delitos.
Este mal está presente en todos los rincones del planeta, ¡no se salva nadie! Ni con ese refrán "cuerpo sano mente sana" Este flagelo también atacó al deporte. El fútbol nos muestra a una FIFA y a sus máximos dirigentes corruptos. Que a su alrededor giraban bonos económicos con cifras astronómicas, producto del soborno.
Ningún país, por tecnológico que fuera, esta a salvo de este lastre. Citaré ejemplos solo de algunos países de la región.
Nuestro país; El actual gobierno antes de asumir su primera gestión, en su campaña proselitista enarbolaba banderas contra la corrupción a poco de asumir, se vio manchada por la corrupción en el caso Y.P.F.B.
Su presidente en ese entonces Santos Ramírez hoy purga en la cárcel por ese delito. El último caso de corrupción, del fondo indígena. Entre intenciones de citaciones, declaraciones amañadas, parecería que se estuviera protegiendo a los culpables ¡señores estamos hablando de 70 millones de bolivianos!
El fiscal de la nación equivoca su función, al realizar tareas extraoficiales, ni siquiera propias, es más con tinte político (Caso Belaúnde)
Su tarea específica Dr. es fiscalizar de cerca el trabajo que cumplen los fiscales de Materia del país ahí en el lugar de los hechos y como testigo visual conocerá los verdaderos problemas con la que tropieza nuestra justicia. Observará verdaderos dramas que sufren las víctimas, que en su desesperación y cargados de angustias no saben como contrarrestar a abogados de lujo de la parte contraria, quienes se esfuerzan para confundir al Juez, y se las ingenian para mesclar los artículos penales (clúcanas) para que este juez declare inocentes a sus defendidos, a sabiendas que estos no solo son culpables, son delincuentes "reincidentes" delito que esta castigado en el artículo -45- Concurso Real- del Código Penal
Estas víctimas, por ser pobres y no contar con la capacidad económica para poder contratar los servicios de un abogado cinco estrellas, lo pierden todo, no solo por ser víctimas de delincuentes comunes y corrientes, también por ser víctimas de una administración de justicia totalmente corrupta.
Como esta tarea sería difícil de cumplirla, señor Fiscal de la Nación, es hora que usted nombre a inspectores fiscalizadores para este control, y creo que los indicados mas idóneos para esta función serían los "Estudiantes de Derecho" que cursan el último semestre. Ojalá sea así, para el bien de esta sociedad, que cada día que pasa se hunde más.
Perú de Ollanta Húmala, no está exento de este flagelo sus Gobernaciones y Alcaldías están sumidas en corrupción.
Nadie olvida el corralito de la Argentina, secuestro de depósitos privados bancarios.
Brasil; Un país rico habitado por pobres, su economía ocupa el octavo lugar a nivel mundial. Está sumergido en el peor escándalo de corrupción llamado "Petrobras" con su presidenta Dilma Rousseff al borde del colapso.
Es una verdadera pena, viviendo por excelencia el ciclo del conocimiento y la sabiduría, estemos viviendo tiempos de corrupción, donde el negocio más lucrativo es ser corrupto.
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