Sábado 22 de agosto de 2015
ver hoy
Mal endémico, que nace junto al hombre, sus primeros pasos, el engaño y la mentira. Enraizándose en todas las esferas sociales, con más saña en las estatales, su máxima expresión mostrada es cuando el activo forma parte del poder. Basta con ser viceministro de alguna cartera para enriquecerse ilícitamente.
"Lucrar todo lo posible mientras te encuentras en el poder" Sin importar si esta actitud delincuencial afecte a quien afecte.
Estos comportamientos surgen del "muladar de nuestra sociedad" que fabrican antologías de odio y desprecio, sobre todo de la miseria. Los entes llamados a controlar estos delitos son la policía y la justicia respectivamente.
La policía cumple con su deber un ochenta por ciento, lamentablemente la justicia no llega siquiera a un treinta por ciento.
Precisamente entre los poderes del Estado, el poder judicial es el más obsoleto.
Cuando debería ser a la inversa, porque los administradores de justicia, tuvieron la suerte de asistir a aulas del conocimiento para estudiar "El derecho a la justicia" Estos conocimientos adquiridos por estos, no son para nada impartidos ni trascendidos a nuestra sociedad, que se encuentra en su peor momento, huérfana de justicia.
