Viernes 21 de agosto de 2015
ver hoy
Lo cierto es que muchas personas en la actualidad sienten una especie de añoranza, un descontento que se va introduciendo poco a poco en el estado de ánimo. El uno revolotea de una pareja a la siguiente, el otro se vuelve agresivo y el tercero depresivo.
Pero esta añoranza inexplicable no es otra cosa que un presentir de que tiene que existir un lugar de acogimiento, de paz y felicidad. Por eso el ser humano no para, es intranquilo y busca y busca.
Es la búsqueda y la aspiración de algo que no podemos explicar, porque eso que buscamos ya sea un hombre, una mujer, riqueza, dinero, salud, bienes, lujo o muchas cosas más, es en realidad una búsqueda que tiene un motivo mucho más profundo, pues buscamos el origen primario de nuestro corazón, nuestro hogar eterno, dicho de otra manera: buscamos la otra mitad de nuestra alma, la eterna unión amante en Dios, la unión dual, donde están el amor eterno, la felicidad, el acogimiento y el hogar que son de eterna duración, y donde están la seguridad y la libertad absolutas, la vida.