El drama del lago Poopó

En diciembre de 2014 una noticia insólita causó alarma a toda Bolivia, pero en especial a Oruro, donde se conoció sobre la muerte inexplicable de unos 30 millones de animales acuáticos en el lago Poopó, dispuestos en hileras de tres, a lo largo de 30 kilómetros de ribera.

Lo que ya no es extraño, a estas alturas del tiempo, es la emergencia que permanece en esa zona; donde lo que antes era un importante humedal y fuente de vida para miles de familias, ahora se ven kilómetros de fango o tierra seca.

Después de verificar la causa de muerte de millones de peces, de las especies pejerrey y karachi, se llegó a la conclusión que no fue la persistente contaminación que sufre el lago por la actividad minera que se tiene en inmediaciones, sino que fue a causa de la sequía que traen consigo el calentamiento global y los cambios climáticos.

No existe un plan de remediación ambiental, a saber, pero sí se intenta ayudar a las familias de Poopó, quienes vivían de la pesca, acondicionando el lago para la crianza de alevinos de pejerrey y otras especies, a través de una limpieza e implantación de artemias, pequeños moluscos que sirven de alimento para los peces.

Para desarrollar ese proyecto se necesita un equipo que aún no llegó al país, por lo que el mismo presenta un retraso, mientras la situación del lago es preocupante en especial para las familias que viven de la pesca.

Para evitar que esta dramática situación se repita en el futuro, en otros lugares donde existen humedales, como lagos, lagunas, ríos y otros, se tiene que tomar en cuenta el impacto ambiental que significará para la zona el inicio y desarrollo de actividades que impliquen contaminar el agua que es fuente de vida y cada vez más escasa en algunos lugares.

Es mejor prevenir que curar, o en este caso, que remediar las áreas ya contaminadas.

Fuente: LA PATRIA