Miercoles 19 de agosto de 2015
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Editorial y opiniones
Ningún poder debe limitar la libertad de expresión
19 ago 2015
Armando Mariaca V.
La libertad de pensamiento tiene, en la libertad de expresión, su modo o forma de manifestarse, de dar a conocer ideas, críticas, sentimientos, pensamientos y todo lo que concierne libremente al ser humano. Cuando se habla de libertad de expresión es referirse, primigeniamente, a la libertad de pensamiento que es sagrada en el ser humano porque es parte fundamental de su esencia como creación de Dios.
Hay regímenes en el mundo, organizaciones que por tener poder creen que deben regir, dirigir, orientar, manipular y manejar a su libre antojo la expresión de los pueblos, posición totalmente falsa porque no hay - no debe haber - poder alguno que rija la libertad de expresión, salvo cuando con el uso de ella se haya mellado o lastimado o transgredido los derechos de una comunidad o de una o más personas y que ello esté debidamente previsto por la moral y por las leyes.
Hay poderes políticos que, por el hecho de conducir la vida de un Estado o país, de una entidad cualquiera o de organizaciones políticas, económicas, sociales o de otras índoles, creen que pueden y deben disponer a su albedrío todo lo que ellas hagan y ello no es legal ni justo ni digno porque hacerlo implica lastimar y contrariar la libertad en todas sus formas, es ir en contra del derecho natural que cada ser humano tiene y del cual él sólo es responsable.
