En materia de observación de sistemas macroeconómicos, la Fitch Ratings es una agencia internacional de calificación crediticia mundial y opera desde dos de sus agencias, una en Nueva York y la otra en Londres, puntos clave para "mirar" el desempeño administrativo de ciertos países, que por algunas características pueden entrar en el rango de interés de ésta calificadora.
Lo interesante es que un reciente comunicado se refiere a dos países del área sudamericana, señalando que Paraguay y Bolivia se encuentran "en buen pie" para enfrentar la caída de precios de las materias primas que afecta su entorno internacional.
Se trata de dos países considerados importantes por el volumen de las ventas de sus recursos naturales, pero no se explica claramente de qué productos se trata, aunque en el caso boliviano sobresale la exportación de gas y estaría luego la comercialización de algunas manufacturas y los minerales.
La calificadora toma en cuenta además el manejo de los balances fiscales externos e internos, que los considera en los dos casos elegidos, como muy sólidos y que aseguran un crecimiento económico responsable que iría de moderado a dinámico, entendiendo además que el índice de inflación es de un solo dígito, lo que significa cierta prudencia en el manejo fiscal.
Para los observadores nacionales la información es realmente importante y si proviene de una calificadora como la Fitch Ratings, tiene credibilidad, al punto que también debe tomarse en cuenta la otra parte del informe que señala que entre las naciones latinoamericanas Bolivia tendrá un crecimiento económico de 4,5 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB) en la gestión 2015, coincidiendo con las apreciaciones de otros organismos financieros internacionales. El Paraguay crecerá en un 4 %, en igual periodo.
La calificadora internacional amplía su informe tocando algunos temas sensibles, por ejemplo señala que los países, Bolivia por supuesto, deben enfrentar el desafío de sobrellevar factores estructurales que afectan los índices de inversión, como los problemas de gobernabilidad, corrupción y desarrollo social, la alusión es casi general para nuestro país, como seguramente sucede con Paraguay y los otros países vecinos.
Para la autoridad que maneja la economía boliviana el informe de la calificadora internacional ratifica las proyecciones financieras previstas, aunque insiste en que el PIB alcanzará el 5 % de crecimiento y se dará paso al pago del doble aguinaldo. En lo que se prevé para el futuro inmediato la autoridad financiera de Bolivia vaticinó que el 2016 la economía boliviana tendrá un crecimiento superior al que se registre en la presente gestión, ya en ese periodo se comenzará la exportación de urea, gas licuado de petróleo (GLP), se venderá energía (electricidad) y habrá cloruro de potasio para vender a los mercados externos. Esas opciones que son claramente definidas para impulsar la economía del año venidero garantizan el sostenimiento de un proyecto en crecimiento.
Sobre la caída en los ingresos por la exportación de gas, se explicó que se han tomado las previsiones del caso en el Presupuesto General del Estado (PGE) lo que neutralizará cualquier efecto negativo que sólo es parte de predicciones de "algunos opinadores neoliberales".
Sin embargo, los expertos en materia financiera, coinciden en señalar que "lo prudente es no confiar a ciegas en ninguna calificación y más bien asumir los riesgos que imponen las fuertes presiones externas, caso China y que de todos modos se sentirán en el país".
Fuente: LA PATRIA
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