Confianza en sí mismo

El uso de la anticoncepción en la adolescencia es de poca importancia, debido a la falta de información, el temor o la poca confianza que se tiene con la pareja, ocasionando un embarazo no esperado trayendo consigo dificultades que impiden seguir con su proyecto de vida.

Un comportamiento de riesgo significa tropezar con un embarazo no deseado, así como las infecciones de transmisión sexual y el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana).

Al ser ellos los protagonistas, de cierta manera deben tomar consciencia de la responsabilidad sexual y asumir la decisión propia en el uso de un método de planificación familiar, la misma debe ser una decisión individual, si desea ser responsable con su bienestar.

Cuando un adolescente acude a un centro de salud, la información para la elección de un método que pueda usarlo, será siempre en forma personalizada y confidencial, no debe existir temor alguno al respecto, más al contrario informarse, educarse o prepararse para vivir una salud sexual y reproductiva con bienestar.

La atención en salud es totalmente accesible, la información es gratuita, pensando en las dificultades que se tiene en la adolescencia.

Un embarazo adolescente implica una serie de trastornos en la salud especialmente, si es entre 14 y 18 años, por ser muy prematuros y no tener las condiciones de salud o de desarrollo biológico necesario, la falta de un adecuado control prenatal y otros.

En el aspecto social especialmente, si no se tiene el apoyo de la pareja o de la familia, la mamá joven atraviesa un sinfín de problemas psicológicos y también el empobrecimiento, de no poder seguir adelante sin trabajo ni estudio.

Ningún temor debe afectar para el uso de un método anticonceptivo, la seguridad de protegerse, defender su salud y su futuro tienen que ser factores de una buena decisión.

Contacto: 704-10548