Miercoles 12 de agosto de 2015
ver hoy
Parece una fantasÃa, pero es pura realidad. Sucedió en la Ãnclita Villa de San Felipe de Austria, la tierra pródiga de leyendas como la del famoso "tÃo de la mina". ¿No os lo habÃa dicho? Este gobierno es inagotable en ser original. Ahora, el flamante gobernador de la "Ãnsula", harto de soportar los retrasos de sus empleados, un dÃa amaneció con una brillante idea. En un paÃs de contrastes y de contreras -se dijo- si las sanciones no corrigen, un premio puede hacerlo. Vamos a ver. Mandó a comprar 40 relojes con alarma despertadora, para liberarlos en la mañana de la sábana embrujada.
Y en seguida convocó a una conferencia de prensa para anunciar al mundo, con esa solemnidad que los grandes inventos históricos exigen, que ha encontrado una fórmula mágica que permite reemplazar la "hora boliviana" con la de plurinacional, denominada "hora Evo". En su discurso ante cámaras y micrófonos, expresó: "el reloj es un premio, no para que sigan viniendo atrasados sino para que lleguen cinco minutos antes". HabÃa en su rostro un gesto de mordaz ironÃa, tan sutil y disimulado que tal vez la mayorÃa no captó el sibilino mensaje.
