Hasta cierto tiempo atrás la información sobre producción de trigo en el país era motivo de profunda preocupación, considerando que resultaba difícil cubrir con la cosecha nacional el volumen necesario para satisfacer la demanda interna, muy especialmente la dirigida a las molineras que elaboran harina para que el sector de panificadores no tenga pretexto de encarecer el precio del producto base de la alimentación familiar.
Lo que ocurría en esa cadena productiva es que en ciertos periodos del año, escaseaba la harina y era necesario importar el producto, generalmente de la Argentina, también se compró harina peruana y ese comercio producía una elevación en el precio por quintal del producto, lo que servía de argumento para amenazar con elevar el precio del pan.
En función a ese proceso de restricciones en el abastecimiento de trigo y por efecto industrial de harina, es que se establecieron algunos planes de emergencia para aumentar el cultivo triguero, tanto fue el entusiasmo que se habló de ampliar las áreas para sembrar trigo, mejorar su calidad y definir el autoabastecimiento del producto. Oruro también entró en la perspectiva de producir trigo y tal emprendimiento de la Facultad de Agronomía de la Universidad local está dando buenos resultados.
La noticia del tiempo presente señala que los productores trigueros tienen excedentes de trigo, pero por falta de mercados internos y por el "ingreso masivo" del grano, sin explicarse empero qué tipo de ingreso tiene la referencia, descartándose tal parece que fuese producto del exterior.
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) planteó al Gobierno la compra del trigo excedentario como una manera de colaborar al sector que ahora tiene trigo sin poder comercializarlo, pese al requerimiento del producto que en el país alcanzaría a 360 mil toneladas.
El Gobierno a través de la Dirección de Producción Agropecuaria y Soberanía Alimentaria del ministerio de área, informó que mediante el Observatorio Agroambiental y Productivo se halla evaluando los volúmenes de producción requerida para el consumo nacional, datos con los cuáles el Ejecutivo definirá la cantidad del trigo requerido que podría adquirir la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
De momento se sabe que Emapa garantizó la compra del 22 % de la producción total, lo que significa 80 mil toneladas. La Anapo aclaró que de la producción total, sólo 100 mil toneladas están destinadas a la industria molinera, por lo tanto hay un excedente de trigo, que no puede comercializarse. Frente a la situación Emapa estaría en condiciones de comprar 20 mil toneladas adicionales, facilitando el comercio del producto, empero existirá más de 100 mil toneladas sin mercado.
Qué significa esto, sencillamente que se habría cubierto la demanda de trigo en el país, que no tenemos necesidad de importar ese producto y como se observa por los datos existentes, hay un excedente mayor a 100 mil toneladas que deben venderse, posiblemente a mercados externos.
En materia de evaluación queda pendiente un informe que será conocido a mediados de septiembre una vez que se cumpla la cosecha denominada de invierno y que incrementará el volumen de la producción nacional de trigo. Al margen de estos elementos internos sobre el manejo de la producción de trigo, lo que se muestra es un hecho positivo que hasta hace poco constituía una gran preocupación nacional.
Fuente: LA PATRIA
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