El Universo en su física

En el pensamiento de ver lo que es intangible, de lo que surge como apenas casi cierto, de lo material, de lo leído y comprobado, nace lo subjetivo, lo que hace posible la vida. ¿Cuándo fue posible el "homo sapiens? Apenas en el limbo de lo incierto y en la certeza de lo increíble, en unos árboles que le entregaron su fruto por una casualidad que obligó a seres primarios a bajar para buscar su sustento, comían carroña porque hubo una terrible sequía en el este de un continente, África. En la constitución de un proceso físico nació lo que hasta hoy nos sorprende: algo pequeño por su magnitud, pero grande por su realidad, algo impresionante, el Planeta Tierra.

Hace poco, en términos pretéritos, un primate bajó de un árbol, el instrumento de su futuro, lo que significó su posibilidad de algo nuevo. En Etiopía, en el valle de Afar, se encontraron restos de la especie humana, signos visibles de la Humanidad. ¿Cómo se descubrió? Un pedazo de cráneo implicó algo nuevo, el nacimiento de un ser diferente. No era simio. Se parecía a algo nuevo, al ser humano moderno por sus características físicas, las que definieron un nacimiento, una certeza de que algo llegó: una idea, una certidumbre. Hoy, el "homo sapiens" domina la Tierra, aunque mal, un ente cuasi criminal, algo maravilloso que se siente poderoso, débil en su pobreza y fuerte en su creencia de ser la aplicación de una construcción: la una mujer o de un hombre. Y la endeblez de los que creen falsariamente en un ser humano americano con una edad mayor a 20 mil años cae por su precariedad. No reconocen la física de los cambios trascendentales.

Y llegó la mujer: una persona bella, hermosa en su actitud, llena de amor. Le acompañó el hombre destinado a construir un universo físico. ¿Por qué nos atrevemos a pensar con una lógica científica? Porque Aristóteles nos enseñó el camino. Un rumbo que nos enseñó a pensar correctamente en una línea sabia, la de la construcción de un pensamiento certero. Y los que no piensan, simplemente especulan, en lo que es primero, el huevo o la gallina, caen en la retórica intrascendente cuando se sabe que primero se creó la vida a partir de un huevito llamado organismo unicelular en un líquido rico en materia orgánica. Lo que sorprende es que todavía existan energúmenos que apuestan a la falsificación de la ciencia. Si nació el ser humano fue por un desarrollo lógico como una expresión sublime de una cumbre realizada en un proceso natural, pero también social.

Los ignorantes que no analizan la certeza de procesos físicos caen en la torpeza de pensar que pudo haber un ser humano en América cuando su predecesor, el "homo habilis" nació en África porque las condiciones lo permitieron. No existen evidencias en nuestro continente, a lo sumo vestigios de dos miles de años. Sino que a la luz de la ciencia que nos demuestren lo contrario. En Bolivia se han encontrado apenas restos arqueológicos de hace ocho mil años. Hay restos de animales no racionales más antiguos como gliptodontes en el tiempo más cercano. Hubo dinosaurios porque surgieron en el largo existir de la Tierra, reptiles gigantescos de hasta 20 metros de longitud y carnívoros. Vaya a saberse si la mujer y el hombre hubieran llegado al planeta en esas condiciones.

La ciencia nos demuestra palpablemente que la vida surge solamente bajo determinadas condiciones físicas y químicas, en la existencia de moléculas orgánicas que se recrearon en un océano primigenio. No obstante los que usan computadoras, el producto de miles de años de producción, continúan negando la relevancia del conocimiento como origen y perspectiva.