Retrotrayendo la memoria con don Augusto Dávila Sanabria

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Visitamos un buen día de agosto de 2013, a don Augusto Dávila Sanabria en su casa. Nos recibió en un simpático ambiente soleado, pequeño, rodeado de recuerdos, recortes de periódicos, algunos libros y revistas.

Ponte cómodo Pepe Lucho - me dijo - a tiempo de agradecer por la visita.

Es que éramos amigos de muchos años, por los años 60 del siglo pasado cuando conversé, una de las primeras veces con él, antes de su ingreso a las oficinas de Usis, frente a lo que fue el famoso Bar Huari, Junín esquina Soria Galvarro.

Había hecho cursos de periodismo en la Argentina y, le confesé mi intención de desarrollar mis inquietudes y conocimientos en la materia, pero observé que el mercado laboral para periodistas estaba copado en Oruro.

Don Augusto me dijo así, más o menos: "Para un buen periodista, siempre va a haber espacio de trabajo en cualquier tiempo y circunstancia"... Estas palabras calaron hondo en mi, entonces, joven humanidad.

Augusto.

Entonces, éramos buenos amigos; por ello que le visité algunas veces en su domicilio y una de ellas fue en agosto de 2013, cuando ya se encontraba delicado de salud.

Y surgió la entrevista, o mejor charla, pero le advertí que la charla iba a ser grabada y él accedió de buen agrado.

Aquí están los pasajes de esa charla:

CREACI�?N DEL SINDICATO

"La creación del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro, se remonta al año 1942, cuando fundamos en el local de los profesores de entonces, en la calle Washington y Bolívar; fue casi una eclosión de entusiasmo, de esfuerzo personal del que habla - no vanagloria - Durante meses fue tratar una conformación material a su nacimiento. Encontramos alguna respuesta, especialmente de parte de los colegas del diario LA PATRIA; por entonces no funcionaban otros periódicos que el tabloide La Prensa, el diario Noticias me parece que aún estaban funcionando. Logramos contagiar nuestro entusiasmo al grupo de colegas donde había dos mujeres. Recuerda a algunos: Julio Rodríguez, Luis Lazzo Quinteros... otros, dos trabajadoras de administración del diario LA PATRIA doña "Tuca" Guzmán y otra persona cuyo nombre no recuerdo. Fundamos con mucho entusiasmo con una decena de personas más o menos; pero no había, por entonces, espíritu de cuerpo y fue languideciendo durante meses, no podíamos reunirnos, hasta que al final dejó de agonizar, pero insistimos en la intención de tener un organismo sindical.

Nos pusimos en contrato con nuestros colegas de la ciudad de La Paz, entre ellos, no recuerdo su nombre, pero le decían "huelga maestre", porque en más de una oportunidad hizo huelga con los colegas de La Paz, porque funcionaba ya el Sindicato de La Paz; el orureño Mario Marañón, con los que nos pusimos de acuerdo; viajes, reuniones, conversaciones y, finalmente llegó la ocasión que se buscaba ya crear un organismo de carácter nacional, la presencia de los colegas paceños fue más intensa en ese aspecto, porque estaban interesados en la creación de una federación".

"Luego de muchos contactos, reuniones, contactos personales, viajes a La Paz, viajes a Cochabamba, se dio origen a la fundación del Sindicato de Periodistas de Oruro en 1943 el mes de marzo, el 12 ó 13.

Esta segunda fundación se efectuó en el diario LA PATRIA después de varias reuniones para darle materialización a este organismo; fue una noche alrededor de las 19:00 ó 20:00 horas, después de conversar un poco, decidimos fundar el Sindicato, aunque en principio no fue sindicato porque no alcanzábamos al número exigido por la ley; era un comité sindical de LA PATRIA. El motivo, la fuerza, el motor para dar origen a nuestro sindicato por segunda vez, fue el congreso en que los colegas de La Paz efectuaron con periodistas de todo el país, para dar nacimiento a la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, la actual Confederación.

COORDINADORES

"Desde 1943 ha tenido, el sindicato, una pequeña interrupción, los años 80 -diremos- cuando uno de los gobiernos militares designó "coordinadores" en los sindicatos "este primer coordinador nombrado oficialmente por las autoridades de gobierno, de la Prefectura particularmente en el caso de Oruro, fue precisamente nuestro amigo Moscoso. Como una señal de repudio de esta forma, no de intervención, sino de participación del gobierno en los sindicatos del país, es que los periodistas dejamos de asistir a reuniones; el sindicato dejó de tener vida por un tiempo más o menos de tres, cuatro meses".

En ese periodo, me encontré con el señor Pedregal, que era Director de Trabajo y el me dijo te han nombrado "coordinador", pero ya tenemos, además, yo no estaba de acuerdo en ser coodinador, porque era un poco repudiado, parecía un nombramiento oficialista que por su carácter de servicio civil que se dictó, "uno no podía eludir".

Aquí está el nombramiento - me dijo Pedregal-. "Tuvimos que aceptar pero no quisimos posesionarnos. Recuerdo que los amigos del sindicato me decían que estamos conformes a que llegues a ser el coordinador, porque está muerto ya nuestro sindicato; necesita definirse, entonces haremos una ceremonia de posesión.... yo les dijo no, no necesito posesionarme".

Entonces, hubo ese espacio de recesión forzada "y nos movilizamos y logramos dar, nuevamente, cierta actividad al sindicato.

"Fue la única vez, en toda su vida, desde el 43, hubo una especie de receso".

Recordó luego que días después, en un acontecimiento social, en un cocktail, el Director de Trabajo, conversando con el Dr. Augusto Dávila, le dijo que ese nombramiento y el pedido de posesión "ha sido un pedido de algunos de tus colegas, porque el Sindicato prácticamente desapareció y entonces te escogimos a voz... no hubo tal nombramiento", recordó como un hecho anecdótico, para luego señalar que esa era la única vez que hubo recesión, pues, "ha tenido una actividad, una vida continua", afirmó, "y el señor Moscoso siguió nomás de coordinador y yo como colaborador".

COMIENZO

Don Augusto Dávila Sanabria, en la charla con el autor de esta nota, refirió que empezó a trabajar en la redacción de un periódico el año 1940.

"Trabajé en el diario La Mañana, que es donde empecé en Redacción, como corrector de prueba, cuando estaba todavía en el colegio. Ahí conocí a un señor Mendizábal, era ya de edad y trabajó, también en LA PATRIA".

"Sabía de las palabras, creo, más que el diccionario. En el diario LA PATRIA, más tarde, nos volvimos a encontrar, era corrector; es ahí donde Abraham Portillo (+) le puso el sobrenombre de "kakarachi" y, luego, a todos los correctores se les decía "kakarachis".

Recuerdo, también, a don Gastón Mendizábal, hermano de Luis Mendizabal Santa Cruz, que llegó de Cochabamba, para hacerse cargo de la dirección del diario Noticias.

Don Augusto Dávila refirió que ingresó al periódico Noticias, en calidad de secretario de redacción y con el transcurso del tiempo llegó a ser el Director de este periódico orureño.

PERIODISTAS DE ANTA�?O

Quién sino el Dr. Dávila se convirtió, en este contacto (agosto 2013) en fuente primaria y fidedigna de datos precisos, de algunos periodistas que él recordó con suma nostalgia.

LUIS MENDIZÁBAL

SANTA CRUZ

Recordaba al Dr. Dávila por aquellos años "trabajamos con nuestro nunca olvidado el poeta orureño Luis Mendizábal Santa Cruz; una persona muy interesante... decían de él que era uno de los bohemios que quedaba. La bohemia a veces se confundía con alguna aficción, digamos a los traguitos. A Luis Mendizábal Santa Cruz, yo le ví trabajar normalmente, todos los días, con su columna "Con lápiz de humo" "chispeadito", nunca lo ví con una sobredosis de traguitos; se sentaba a la máquina de escribir en el periódico Noticias, y le conversaba. Los periódicos no tenía mayor personal; éramos tres o cuatro los que hacíamos todo el periódico. Entonces el iba, se sentaba, preguntaba a veces algo que se le ocurría... en fin; me constituí en su acompañante diario del cocktelito matinal... yo jovenzuelo, le acompañaba al "Huari" (Bar), era muy amigo del dueño del Huari; llegábamos y el señor Aliendre, dueño de ese local, se esmeraba en preparar los cocktelitos que, según don Luis Mendizábal Santa Cruz, muy agradables, él saboreaba bastante... tomaba dos cocktelitos y no más; yo me servía una

salteña".

"Me acuerdo que alguna vez que fuimos, por entonces estaba de moda una especie de abrigo, algo de eso, "piloto" que llamaban, muy de moda que yo con dos sueldos me había comprado. Como hacía mal tiempo, fui con mi piloto nuevito... lo colgué; tomó él su cocktelito y yo mi salteña y nos fuimos al diario y ahí me acordé de mi piloto. Volví al Huari... mi piloto ya no había y casi lagrimeando volví; don Lucho me preguntó y le contesté que no encontré y se apenó y me dijo "es una cuestión material, tú no vas a tener un piloto, vas a tener cien pilotos... no te amargues", me dijo porque lagrimeaba por el cariño que tenía y haber gastado mi sueldo de dos meses y él escribió entonces "El piloto blanco", una nota muy interesante, que lastimosamente no tengo el recorte de ese periódico.

ARTURO PERALES

Por aquellos años, don Augusto Dávila conoció a uno de los redactores de planta como fue don Arturo Perales, según indicó.

Refiere que "él era el único reporteo y redactor del diario Noticias. Llenaba columnas en máquina de escribir... llenaba todo el periódico.

Además de esa virtud, Arturo Perales era cantor y bohemio. Un hombre, un periodista excepcional, porque en él se depositaba la confianza del contenido íntegro, de noticias, en el periódico, con su trabajo denodado y diario", afirmó.

LUIS GUTI�?RREZ MONJE -

LO �?TICO

De don Luis Gutiérrez Monje, don Augusto Dávila recordaba:

"Periodista que tenía la tinta de imprenta en la sangre, vivió y falleció en el edificio del diario Noticias. Era tanto su amor por la actividad periodística, que en el diario Noticias, que tenía sus oficinas y taller donde actualmente se levanta el Hotel Plaza - Flores; ahí tenía su habitación; vivía dentro del periódico".

Recuerda con admiración que Gutiérrez Monje "armaba los titulares, muchas veces, directamente en talleres; era diestro tipógrafo; un periodista ciento por ciento profesional".

"Un día de esos, recibimos en la oficina del periódico un canastón grande con muchas cosas muy finas, que entonces eran importadas: whiskys, galletas, chocolates, con una tarjeta dirigida a don Luis Gutiérrez Monje que decía, con las atenciones de la Sociedad de Socorros Mutuos Yugoslavo al señor Director don Luis Gutiérrez Monje".

"Yo jovenzuelo entonces; recibimos, luego llegó don Luis y le dije lo del canastón que le enviaba la Sociedad Yugoslava como una gentileza. Entonces, don Luis dijo: yo no he hecho nada para que los yugoslavos me envíen, pero se trata de una gentileza, una amabilidad de esta sociedad tan importante, le dije. Don Luis dijo yo no he hecho nada especial... hay que devolver; no he hecho nada, no merezco", y lo devolvió.

En otra ocasión - refirió don Augusto Dávila - el señor Aramayo, que era empresario de los cines, Palais, Imperio, llamó por teléfono al periódico, reclamando a don Luis Gutiérrez, por una crítica que se publicó en el periódico. Seguramente le llamó la atención quejándose.

Don Luis Gutiérrez le contestó: "Sabe, señor Aramayo, yo no acostumbro a compartir cockteles con nadie".

LUIS LAZZO QUINTEROS

Recordó a don Luis Lazzo Quinteros: "Era el periodista que hacía notas deportivas en el diario Noticias. Era empleado de la empresa ferroviaria. Por este su trabajo, un poco fallaba en la regularidad de sus notas deportivas y a veces el periódico salía sin deportes, "hasta que una vez yo me animé a hacer una nota... me gustaba mucho el fútbol especialmente; iba todos los domingos a la cancha del Oruro Royal, entonces, don Luis Gutiérrez Monje, que fue también editor del primer suplemento deportivo que se publicó en Bolivia, él sabía mucho de deportes".

"Yo, un poco en broma, un poco en serio, escribí una nota sobre el fútbol, lo leyó don Luis y me dijo ¿y esto de dónde es, quien ha traido?. Don Lucho, yo he escrito. No, no, no dime la verdad.

Si, don Lucho, yo he ido al fútbol y como no ha venido don Luis Lazzo, no con la intención de que se publique siempre, pero he escrito, léalo. Está muy bien... lo publicamos. Desde entonces empecé con lo deportivo también".

SOCIALEROS

Luego, en sus recuerdos, don Augusto Dávila se refirió a los "socialeros", que era otra parte importante de la redacción del periódico.

"Doña Lucila Velasco, la primera mujer, que, creo escribía regularmente en un periódico.

Afirmó que era muy reducido el personal del periódico. Todo el personal del diaro Noticias eran cuatro personas, contando al Gerente, no había más.

VIDA FRUCTIFERA

Noventa y un años nos acompañó don Augusto Dávila Sanabria, de los cuales más de 60 años sirvió a su pueblo desde las páginas de periódicos locales y nacionales.

Nos dejó, con su ejemplo, lo grandioso, lo sublime, lo comprometido, lo responsable que tiene que ser el trabajo del periodista.

Hombre serio, a la vez que alegre, siempre con la risa en los labios. Es que afirmaba que el periodista debe tener una mente despejada, sin mayores problemas, porque al pueblo lo que le interesa son las noticias diarias.

Gracias doctor por sus orientaciones a la hora de escribir. Gracias por su sincera amistad de la que me siento muy honrado.

Por siempre vivirá su imagen en la memoria nuestra.