Loading...
Invitado


Sábado 08 de agosto de 2015

Portada Principal
Revista Tu Espacio

La psicóloga responde

08 ago 2015

Lic. Carolina I. Mena Medina - Exclusivo para Tu espacio

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Pregunta.-

Licenciada, mi hijito de 8 años, el segundo de tres hermanos, anda por todos lados con un peluche que ya está reviejo; lo lleva a todo lado, al llegar del colegio lo busca y siempre se lo ve con él. Aunque ya he tratado de deshacerme del peluchito, el niño se desespera, lo encuentra y a estas alturas lo único que puedo hacer es lavarlo para que mi hijo no se enferme ¿qué puedo hacer?

-----------------

Querida amiga:

En primer lugar es importante que te des cuenta que ese "peluchito" es un objeto que lo ayuda a madurar, a pasar de una etapa a otra, a sobrellevar la ruptura del vínculo que lo ata a ti como su madre. Es un objeto de transición que lo ayuda en su proceso de desapego.

Esta relación entre madre e hijo a veces se ve afectada por diferentes situaciones, como por ejemplo: un destete brusco, presencia de nuevos hermanitos, responsabilidades en el trabajo por parte de la madre, es posible que hayas dedicado más tiempo al trabajo u otras actividades que a tu hijito o finalmente no has sentido que le dieras la atención debida.

En segundo lugar, esto no debe alarmarte mucho, ya que los objetos transicionales que bien pueden ser un peluche como en tu caso, pueden ser en otros un trapito, un pañuelo de la madre, o el chupón, o cualquier otro objeto favorito etc. El hecho es que estos les recuerdan el calor y presencia de la madre o la seguridad de su hogar.

Si no lo deja por el momento, él mismo lo hará cuando se sienta preparado para hacerlo, de alguna forma su situación es favorable, ya que además de ayudarle a madurar, le ayuda a establecer vínculos afectivos exteriores a su persona, también le ayudarán a expresar sus emociones libremente. En fin, esta autodependencia le servirá de trampolín para tener más seguridad en sí mismo

No se lo quites de golpe, ve retaceando paulatinamente el tiempo que pasa con él y al momento de lavarlo ten mucho cuidado, ya que por muy viejito o andrajoso o maloliente que esté, justo ahí puede estar lo que tanto le fascina a tu hijo.

Ten paciencia, lo importante es que todo es temporal en los niños.

No desesperes, los psicólogos estamos para acompañar precisamente estas etapas, visita a uno si esto te da más confianza y tú y tu hijo se sentirán mejor.

Para tus amigos: