Protección del territorio indígena y originario

El próximo 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, quienes por su forma de vida, sabemos que están estrechamente relacionados a la Madre Tierra y a la naturaleza, a la que tratan con respeto y para ella conservan rituales especiales, por lo que es momento oportuno para analizar sus derechos sobre la tierra y el territorio.

La coyuntura que se presenta en la actualidad, nos mueve a realizar algunas consideraciones sobre el tema, pues el Gobierno de turno está empeñado en hacer cumplir el Decreto Supremo 2366, que autoriza a las petroleras a entrar en áreas protegidas tanto para explorar como para explotar recursos hidrocarburíferos en ellas.

Por otra parte, el Gobierno se empeña en la construcción de una carretera que, según explicaron funcionarios gubernamentales, será lo más ecológica que pueda ser, pero sí o sí atravesará el corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), cuya característica es que se trata de un territorio indígena pero además es un área protegida.

En el Capítulo 4, Artículo 31, 11- II, señala que "Las naciones y pueblos indígenas en aislamiento y no contactados, gozan del derecho a mantenerse en esa condición, a la delimitación y consolidación legal del territorio que ocupan y habitan", con una marcha, masiva o no, la gente que vive en el Tipnis rechazó esa carretera, construirla ¿no es ir contra sus derechos?

En el Artículo 30 del mismo capítulo, la Constitución señala que los pueblos indígenas tienen derecho "A vivir en un medio ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas"; en esta parte sólo hacemos notar que pese a que se construya una vía intentando talar los menos árboles posibles, el movimiento de motorizados causará polución, como lo hacen en las ciudades. Hay que considerar que con el "progreso" ingresarán a las áreas protegidas constructores de las vías y sus necesidades, para saciarlas, entrarán también comerciantes que las puedan satisfacer, negocios de todo tipo, de a poco poblarán el sector y para ello necesariamente tendrán que socavar el territorio verde y la vía lo que menos será es ecológica. Sin contar la posibilidad que los cocaleros necesitados de nuevas tierras para reemplazar el desgastado trópico cochabambino aprovechen para colonizar el Tipnis y producir más coca.

Sólo se trata de respetar el derecho de los pueblos indígenas para ver que sus tierras y territorio estén protegidos.

Fuente: LA PATRIA