Heroínas de la Coronilla

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Este artículo refiere al valor de la mujer boliviana que luchó por la Patria durante la Guerra de la Independencia, donde un grupo de mujeres enfrentó al ejército realista comandado por el general José Manuel de Goyeneche, quien tenía el objetivo de anular los diferentes brotes insurgentes de la Provincia de Cochabamba, este manifiesto tuvo lugar en la Colina de San Sebastián de esta ciudad un 27 de mayo de 1812.

Ese año, Goyeneche, a la cabeza de las tropas españolas, se dirigió a Cochabamba con el afán de frustrar la revolución liderada por Esteban Arze. Goyeneche, sostuvo encuentros sangrientos, como la batalla de Quehueñal a la altura de Pocona, donde es derrotado Arze; entonces avanzó hacia Cochabamba que disponía la resistencia con escasos recursos humanos.

Según se conoce, se atrincheraron en la colina de San Sebastián (la Coronilla) con la consigna: "Nuestro hogar es sagrado" y ostentando la imagen de la virgen de la Merced, ellas pretendían bloquear el ingreso de las tropas españolas, donde valientemente manifestaron: "Si no hay hombres nosotras defenderemos". Goyeneche hizo avanzar sus tropas hacia la ciudad del Valle, pero desde la Tamborada, se les abrió fuego nuevamente, por lo que reinició el ataque, pero en ese entonces el gobernador de Cochabamba, Mariano Antezana, le hizo saber que él se rendía.

De esta manera la resistencia solamente la constituían las mujeres que lograron obtener las llaves del depósito de armas y se dotaron de fusiles, cañones y municiones y fueron al puesto de San Sebastián donde colocaron las piezas de artillería. El pequeño ejército estuvo armado de machetes, mazos, algunos fusiles y tres cañones, comandado por la anciana ciega, Manuela Gandarillas, quien olvidándose de su discapacidad demostró sus patriotismo junto a las vendedoras del mercado popularmente conocidas como "chifleras".

El paso arrasador de Goyeneche se sintió en Cochabamba el 27 de mayo de 1812, donde se encontró con la firmeza y la custodia de mujeres y niños que hicieron frente el ataque realista con piedras y palos. Las tropas de Goyeneche ingresaron a la ciudad formando dos columnas por la Tamborada y el Ticti.

Goyeneche no tuvo complicaciones para ganar esta batalla, aquel 27 de mayo de 1812, extendió un marco mortal alrededor de la colina donde se concentraron las combatientes. La matanza fue despiadada, allí también murió la esposa de Esteban Arze, algunos pudieron salvarse y huir hasta Chayanta.

VÍCTIMAS

Entre las víctimas que dejó como saldo esta batalla, se debe mencionar a las valientes mujeres que ofrecieron sus vidas por defender la Patria: Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez de Arze, Manuela Saavedra de Ferrufino, Rosa Soto (nieta de Gandarillas), Juana Ascui, Lucía Ascui, Lucía Alcócer León de Chinchilla, María Isabel Pardo de Vargas, María Teresa Bustos de Salamanca y Lemoine, María del Rosario Saravia de Lanza, María Pascuala Oropesa, Luisa Saavedra de Claure, Mercedes Tapia y las hermanas Parrilla.

Entre los varones: Joaquín Mariano Antezana, Manuel Ignacio Ferrufino, Agustín Ascui, José Domingo Gandarillas, Bernardo Luján, José Manuel Lozano, Juan Zapata.

DÍA DE LA MADRE

En homenaje a ese acto de valor demostrado aquel 27 de mayo de 1812, por las mujeres de la Coronilla, se recuerda esta fecha oficialmente como el Día de la Madre Boliviana, tras la promulgación de la Ley de la República hoy Estado Plurinacional del 8 de noviembre de 1927, en consecuencia el Día de la Madre boliviana es festejado cada 27 de mayo.

Fuente: LA PATRIA