15 años de guerra fueron "la llave maestra" que abrió las puertas de la libertad para Bolivia. La sangre derramada por miles y miles de patriotas, entre criollos, indígenas, mestizos y foráneos permitió al mundo ver el nacimiento de una nueva nación.
Si bien la denominada "Guerra de los 15 años" previa a la Fundación de la República de Bolivia consolidó la liberación del yugo español, fue casi un siglo de lucha permanente para lograr ese objetivo.
El poderío español tuvo sus consecuencias por la opresión de los pueblos de América, el enriquecimiento para la Corona española originó el descontento general que motivo una serie de alzamientos.
Un detalle que debe ser tomado en cuenta es que las insurrecciones fueron aprovechadas principalmente cuando se realizaba el festejo patronal de algún santo o virgen.
Uno de los primeros fue el que ocurrió en 1730 en Cochabamba con el levantamiento de Alejo Calatayud, en su principal demanda estaba que el corregidor y los alcaldes deberían ser criollos y que el visitador debía ser nombrado por estos. Calatayud fue traicionado por el alcalde al cual eligieron, Manuel de Avilés, quien ordenó su muerte.
Casi una década después en Oruro, Juan Bélez de Córdova intentó otro levantamiento, que a diferencia de Calatayud, tenía un programa político en el denominado "Manifiesto" que resumía las protestas contra la política fiscal impuesta por la Corona. Sin embargo, este documento propugnaba la libertad de los pueblos.
El "Manifiesto de Agravios" de 1739, como se lo conoce, fue un documento que tuvo varias réplicas enviadas a distintas partes de América, incluso algunos autores señalan que esos preceptos llegaron a Francia para consolidar su revolución en 1789. Bélez fue traicionado y sentenciado a muerte, la insurrección nunca se dio.
Lo que está claro es que las sublevaciones indígenas y criollas fueron resultado del intento de la Corona española en aumentar sus ingresos mediante el cobro de impuestos.
Luego de 1739 se dieron una serie de intentos subversivos, gran parte de ellos, pequeños y sin resultados. Lo único que predominó era el sentimiento de libertad.
Entre 1780 y 1782, se dieron una serie de sublevaciones indígenas dirigidas por líderes como Túpac Katari en Bolivia y Túpac Amaru en Perú. Ambos murieron cruelmente por órdenes de la Corona española después de ser juzgados, contradictoriamente sus caídas fueron por traición de su misma gente.
Uno de los hechos más sobresalientes entre esos años es lo que ocurrió el 10 de Febrero de 1781 con la gesta libertaria de Oruro. Muchos autores reivindican que en Chuquisaca ocurrió el primer grito libertario de América, sin embargo, la historia nos muestra que fue en Oruro donde se dio este hecho. La importancia de esta rebelión fue que por primera vez se habló de formar una Patria, aspecto que se encuentra en la proclama de Sebastián Pagador.
Mientras que lo acontecido en Chuquisaca fue el inicio de la "Guerra de los 15 años". Para llegar a esta situación, se allanó el camino años previos y Oruro fue una muestra de ello.
No se debe dejar de lado, la influencia de la Revolución Francesa en las revueltas en América, pero no olvidemos que ese sentimiento de despojarse de la Corona nació en Oruro con el "Manifiesto de Agravios", como lo mencionamos anteriormente.
La consolidación de la independencia fue sencillamente el resultado del "boomerang" de la libertad. Tras el 25 de Mayo de 1809 con el levantamiento de Chuquisaca hubo una seguidilla de estos hechos. Siguió La Paz el 16 de Julio de 1809. En 1810 se registraron los levantamientos de Cochabamba el 14 de Septiembre con las Heroínas de la Coronilla, en Santa Cruz el 24 de Septiembre.
Oruro repitió su aporte a la libertad el 6 de Octubre y cerró Potosí el 10 de Noviembre del mismo año. El 15 de Abril de 1817 con la batalla de la Tablada y la heroica participación de Eustaquio "Moto" Méndez, Tarija conseguía liberarse del yugo español. El mismo año se produjeron levantamientos indígenas en la zona de Moxos.
Tras esas intervenciones y seguros de terminar con el dominio europeo, en toda la zona del Alto Perú se formaron republiquetas, que según el historiador Charles Arnade fueron seis: Larecaja al Norte, una al Sur, otra Mizque, la región de Chuquisaca, Santa Cruz y Ayopaya.
En este periodo, surge el liderazgo de Simón Bolívar, quien con sus tropas libera a los pueblos del continente sudamericano y consolida tras la participación de varias batallas, a Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú. La idea del Libertador era tener una sola Patria que una a todas esas naciones, incluida el Alto Perú, que aún tenía pendiente su liberación definitiva. Las tropas españolas seguían vigentes en varias zonas del Alto Perú, pese a los levantamientos de las ciudades.
En las tropas de Bolívar estaban militares de prestigio como el Mariscal Antonio José de Sucre, Andrés de Santa Cruz, Agustín Gamarra y Burdett O´Connor. Las batallas de Junín y Ayacucho prácticamente decidieron la suerte de los españoles, ambas desarrolladas en el Perú.
Mientras tanto en el Alto Perú, las tropas comandadas por Pedro Antonio de Olañeta son derrotadas en la batalla de Tumusla en Potosí. Ese hecho facilitó el ingreso de las tropas colombianas a este sector del continente y conquistarlo sin disparar un solo cartucho.
A partir de ese momento se inició el debate si las provincias del Alto Perú debían pertenecer al Gobierno del Río de La Plata o del Perú. Sin embargo, gran influencia tuvo Casimiro Olañeta en Antonio José de Sucre para convencer a Bolívar para la formación de una nueva nación.
Es así que el 9 de febrero de 1825, Sucre convocó mediante decreto a la reunión de la Asamblea Deliberativa que decidiría la suerte del Alto Perú. Esta cita debía darse en Oruro el 3 de junio de ese año.
Al principio Bolívar vio con desagrado esa situación, porque se iba abajo la ilusión de formar su proyecto Panamericano. Mientras que Sucre cuidaba los intereses de la Gran Colombia, su país, ante la posible formación de una gran nación peruana. Para Olañeta su propósito era tener una Patria, pero sin participación, española, peruana o argentina.
Con el paso de los meses y antes de la cita en Oruro, los abogados chuquisaqueños convencen a Bolívar que envíe un mensaje a Sucre, indicando que la sede debía ser cambiada a Chuquisaca, porque la salud de los ancianos leguleyos no soportaría el frío de la Alta Tierra de los Urus.
Es así que el encuentro de la Asamblea Deliberativa debía iniciarse el 24 de junio, pero por el retraso en la llegada de los diputados de otras regiones, recién el 10 de julio se concreta su funcionamiento.
El 28 de julio fue el día decisivo, porque los diputados sometieron a votación el futuro de las provincias del Alto Perú. La primera opción era pertenecer a la Argentina, la segunda pertenecer al Bajo Perú y la última lograr la autonomía y constituir una nueva nación.
La tercera opción ganó en la votación de los diputados con excepción de dos votos que se inclinaron a la segunda alternativa.
Desde ese día hasta el 6 de Agosto se elaboró el Acta de Independencia, que fue suscrita por los 48 miembros de la Asamblea. Entre los principales partícipes que firmaron el documento estaban el presidente José Mariano Serrano, el vicepresidente José María Mendizábal, y los secretarios José Ignacio de Sanjinés y Ángel Moscoso.
El Acta de la Independencia fue redactada por Casimiro Olañeta, José Mariano Serrano, Manuel María Urcullu y José María Mendizábal.
Tras la firma nació una nueva nación, aún sin nombre. Días después sería bautizada como República de Bolívar en honor al Libertador Simón Bolívar y su capital sería nombrada con el nombre de Sucre, en agradecimiento a la labor realizada por Antonio José de Sucre en la organización de la nueva República.
De Bolívar el nuevo país se denominó República de Bolivia, ahora Estado Plurinacional.
Fuente: LA PATRIA
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