Cuando se traduce la historia como designio oral

El autor ha admirado sistemáticamente el trabajo prolífico de Cergio Prudencio como músico notable, pero, sin ánimo de polemizar demasiado profundamente, hiriendo a la persona, los comentarios de este productor y reproductor de arte sobre el origen del hombre americano, reflejados en el diario La Razón de La Paz del 26/07/2015, obligan a una respuesta, no deseada, pero necesaria, sino los que creemos en el método histórico-lógico como instrumento de acceso a una verdad precaria, pero igual verdad, y en las evidencias científicas como comprobación o inicio de nuestras hipótesis, caeríamos en la anomia teórica. Por ello debemos pronunciarnos con rigidez intelectual sobre la pertinencia o no de criterios sobre temas trascendentales, específicamente sobre la génesis y evolución del ser humano hoy boliviano, no del originario construido a partir de perspectivas étnicas eurocentristas que supuestamente tanto detestan los hacedores del "nuevo tiempo".

Este meritorio músico, Cergio Prudencio, en el análisis muy superficial de un emprendimiento de la Carrera de Historia de la UMSA, sobre lo que es nuestro pasado y presente, empieza diciendo que "Si intentamos entender esta teoría a la luz de la versión bíblica de la vida, supondríamos que Dios creó al hombre y a la mujer y los puso en todas partes del planeta menos en América". Se equivoca, no existen evidencias de vida anterior antes de aproximadamente 20 mil años en América: huesos, instrumentos de caza, reliquias, tejidos o algo que implique certidumbre de creación humana. Mientras no se descubran estos elementos, entonces vale lo recreado sobre la base de pruebas científicas, lo demás es farsa intelectual.

Refiriéndose al hombre americano Prudencio afirma: "Una de ellas sería el ser humano, consecuencia suprema en la progresión de millones de años. Si esto es así, ¿por qué la América habría quedado atrofiada en ese impulso cósmico, habiéndose formado en ella todos los ecosistemas?". "Detrás de la persistente idea de que nuestro continente debe las existencia de humanos al favor poblacional de otros humanos, hay una intención colonialista y hegemónica". "La metodología que valida la historia sólo por respaldo de documentos escritos es una trampa tendida por quienes escriben documentos, en la que frecuentemente quedamos inmovilizados quienes provenimos de tradiciones orales�? es fundamental escuchar las voces vivas de las culturas y pensar". Evidentemente, la historia puede ser trampa, pero para el que no ha leído e interpretado de manera crítica los hechos. La evidencia documental y física es la clave, principio de algo mayor, una realidad cierta en su momento constitutivo.

Los argumentos de Prudencio caen por su propio peso ya que la evolución no depende de caprichos o voluntades, sino de procesos que no permiten decidir dónde. La vida, en todas de sus formas, no es una consecuencia de un juego de azar, sino la expresión maravillosa de instantes de reproducción y transformación biológica y de variaciones muy complejas. A los seres unicelulares siguieron los pluricelulares, a los reptiles los mamíferos, y a estos los primates. Así, de una manera atrevida, pero lógica nació el ser humano moderno. Lo oral, no respaldado en ciencia, es solamente especulación que se transmite de generación en generación con deformaciones multiplicadas. Los yatiris son demonios falsos que reproducen el mito como forma de ocultar la verdad.

¿Y cuál es el papel de Dios? Es un asunto muy difícil de dilucidar. Simplemente debemos pensar en que todo lo que nos rodea, con su maravilla de paisajes y pensamientos es una obra hermosa que debemos cuidar, y no pudo haber nacido por simple casualidad, sino porque en un momento dado hubo y hay un poder que no estamos en condiciones de entender todavía. Bástenos saber que nuestro rol está condicionado y lo que hagamos tendrá una respuesta, buena o mala, pero que nos llevará al futuro.