Miercoles 05 de agosto de 2015
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Al cumplir la patria 190 años de vida independiente, no obstante la serie de procesos "revolucionarios" o "de cambios" que nunca han cumplido sus objetivos, continúa dolida por diversas causas: una de ellas es, seguramente, las conductas populistas y demagógicas de sus políticos, de quienes prometen todo y cumplen lo mínimo, de los que dicen que introducirán cambios sustanciales y no lo hacen simplemente porque ellos no quieren o no pueden cambiar sus conductas, su demagogia, su politiquería, su soberbia y sus complejos de serlo todo cuando les falta muchísimo para una renovación de la forma de ser, pensar y sentir.
Bolivia, en 190 años, avanzó pero no al ritmo de otros países, inclusive vecinos, por dejadez, por ser pobre y dependiente, por estar supeditada a situaciones de dependencia que no han dejado que desarrolle sus propias posibilidades, cualidades y perspectivas; no ha podido superar los descuidos en el campo educativo y cultural y el avance de las mentes no ha ido al ritmo de otros países, especialmente ricos y desarrollados.
