El delicado tema de la seguridad ciudadana tuvo atención particularizada en un evento que se cumplió dÃas atrás en la ciudad de Cochabamba y con asistencia de más de tres centenares de delegados de las gobernaciones y municipios del paÃs, se trataba de la V Cumbre de Seguridad Ciudadana.
Si se menciona una "cumbre" hay que entender que la reunión es de mucha importancia y no menos interesante tiene que ser su agenda deliberativa, más aún si se trata de un tema absolutamente sensible en el contexto de la comunidad nacional que sufre el embate de una ola delincuencial que tiene efectos muy lamentables especialmente en ciudades del denominado "eje central", sin dejar de contar muchos casos dispersos que inscriben vÃctimas en los otros distritos.
Las carencias materiales que confronta la institución policial se consignaban como parte importante de análisis y debate de los concurrentes, sin embargo se dio una especial atención no precisamente a la falta de medios económicos, sino más bien a la falta de recursos humanos, aunque en criterio del viceministro de área el asunto más importante estuvo centrado en reconocer deficiencias muy claras en la dotación de materiales, equipos y tecnologÃa de punta para combatir el delito.
Sobresale el hecho negativo del mal uso de recursos económicos, puesto que ni en las gobernaciones, tampoco en los municipios se utilizaron de manera práctica los recursos asignados para seguridad ciudadana provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), situación verificada con el saldo existente en un fondo y que llega a los 900 millones de bolivianos.
Esto significa que no existió la suficiente capacidad administrativa para priorizar recursos en seguridad ciudadana, restringiendo de ese modo la compra de cierto tipo de elementos como cámaras de vigilancia, equipos de comunicación y otros necesarios, para equipar, por ejemplo centros de vigilancia en los que deben permanecer efectivos policiales y merecen cierta comodidad y seguridad.
En el caso de la dotación de movilidades, sean motocicletas u otro tipo de vehÃculos, se conoce de la distribución de motorizados "cero kilómetros" a varios comandos policiales, además de la posibilidad de disponer otras unidades motorizadas de entre muchÃsimas que frecuentemente son decomisadas por la Aduana o tras operativos contra el narcotráfico, de ahà que ese rubro de equipamiento se entiende que está cubriendo mÃnimas necesidades.
Un panorama desolador, una problemática que merece atención urgente y que posiblemente pueda aplicarse en función a resoluciones de los delegados nacionales que debatieron el problema en la V Cumbre de Seguridad Ciudadana. Algo que debe tomarse en cuenta, es la confesión de parte, al reconocer que además de material de trabajo, hay urgencia de aumentar el material humano, detalle que no puede soslayarse, entendiendo que es la base de un adecuado y eficiente trabajo policial, para cumplir los fines de la seguridad ciudadana.
Fuente: LA PATRIA
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