NN.UU.: Expulsión de Usaid e IBIS fueron preocupantes

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Katherine Grigsby, representante residente del sistema de Naciones Unidas (NN.UU.) en Bolivia, está a punto de dejar el país. Después de dos años de intensa labor en La Paz, prepara su cambio de destino, probablemente rumbo a París, la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), donde trabajó hace una década.

En un franco y extenso diálogo con ANF, Grigsby tocó varios temas, entre ellos la forma como el MAS ha copado el poder en Bolivia y cómo se ha presionado a la cooperación internacional.

"Hay un momento preocupante en esta dinámica (de relacionamiento con el gobierno) que es cuando se da la expulsión de Usaid, que es un derecho legítimo del gobierno, no estamos cuestionando eso, y luego también la expulsión de IBIS Dinamarca", dijo la representante saliente.

Grigsby hizo un balance valiente de su estadía en estas tierras. Sobre su relación con la administración de Evo Morales, cuyo segundo mandato acompañó parcialmente, señaló en exclusiva a ANF: "Muchas veces hemos tenido que ser incómodos para el Gobierno".

¿Incómodos?, le pedimos que aclare. Sí, Grigsby reconoce que las relaciones entre la cooperación internacional y el gobierno central no fueron siempre armónicas. Al respecto cuenta: "Bolivia tiene una forma de hacer política con una hegemonía muy fuerte del MAS. Prácticamente los espacios políticos están copados, hay una predominante presencia del partido de gobierno, del MAS, en todos los estratos y todas las formas de hacer política y eso va dejando un margen más estrecho a la cooperación para opinar".

La nicaragüense, con muchos años de vida en México, está casada con un boliviano distinguido, columnista, cineasta y experto en comunicación para el desarrollo, Alfonso Gumucio Dagrón. Por ello, pero también por su condición de latinoamericana, Bolivia no le resultaba ajena antes de asumir la representación en este país del organismo multilateral más grande del planeta. Ahora le resulta aún más familiar y por eso habla con solvencia sobre todos los temas.

La representante lamenta que tras la expulsión de ambas entidades no haya habido un posicionamiento claro de parte del Gobierno con respecto a la cooperación. Señala que faltó claridad y orientación estratégica en cuanto a qué esperan las autoridades de los cooperantes. "Uno puede intuir, el gobierno marca una pauta, pero no ha habido un posicionamiento claro en el sentido de decir nos vamos a relacionar de esta manera", explicó. El mayor foco de tensión entre Naciones Unidas y el Gobierno habría sido, en estos dos años, la defensa de los derechos humanos. Grigsby afirmó que en Bolivia "hay problemas en materia de derechos humanos" y que varias veces las declaraciones del Alto Comisionado de Naciones Unidas con residencia en La Paz, generaron cierta molestia en las autoridades.

"¿El Gobierno se quejó formalmente?", consultamos. Ella dice: ""No que nos hayan confesado abiertamente su incomodidad, pero tú puedes ver en los medios que si hay una declaración del Alto Comisionado, puede haber una reacción de parte del oficialismo. Hay molestia, a veces discrepancia, para todos los gobierno es un tema sensible".

El segundo foco de tensión entre el Gobierno de Evo Morales y las Naciones Unidas pudo haber sido la elaboración del proyecto de ley de la consulta previa, libre e informada. El proceso fue liderado por los ministerios de Gobierno y el de Autonomías y duró tres años, contó con la participación de los pueblos indígenas, los directos interesados, pero al final quedó archivado y no ingresó para su consideración a la Asamblea Legislativa.

"Desafortunadamente no logró pasar a la Asamblea porque coincidió con todo el periodo electoral, nosotros albergamos la esperanza de que este proyecto de ley pueda ser rescatado y debatido y mejorado, si es que hay que mejorar", sugirió Grigsby.

La representante afirmó que el proyecto de ley que deja en su despacho es una lección aprendida de lo que ocurrió en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), el parque natural y territorio indígena amenazado por la construcción de una posible carretera.

"Estamos escuchando en los medios y en los diálogos que tenemos con el Gobierno todo lo que tiene que ver con el debate sobre el desarrollo de Bolivia, que si es extractivista, que si los recursos naturales, que si la carretera va a pasar, que si va a haber un nuevo Tipnis y realmente este proyecto de ley de consulta es una lección aprendida para todos nosotros después del Tipnis y podría ser una herramienta de contención de cualquier conflicto potencial o podría convertirse en un conflicto en sí mismo, ese es el riesgo que tiene una herramienta de esta naturaleza", comentó.

Grigsby fue directa al señalar las debilidades que percibió entre sus contrapartes bolivianas. "Esta es una Bolivia que con sinceridad tiene que avanzar muchísimo más en la tolerancia, en el reconocimiento del otro, en la diversidad de las ideas", comentó. Aunque considera que eso está cambiando en el último tiempo, uno de los males que debería superarse es esa especie de sectarismo.

"Al comienzo me pasaban cosas como esta: ´hagamos un debate sobre, no sé, la ley de la Madre Tierra, por poner un tema´... y decían, ¿a quién vamos a invitar?, y la respuesta era... ´no, si este está, yo no voy´. Ahora pasa menos, ya hay una aceptación del otro que tiene una historia diferente", planteó.

En contrapartida, la mayor virtud del actual gobierno, de acuerdo a la entrevistada, es que a diferencia del pasado, marca con claridad cuál es su agenda de desarrollo. Recordó que antes, el 62% del financiamiento de las políticas sociales estaba a cargo de las agencias internacionales.

Ello era, en los hechos, "una sustitución del Estado" por los cooperantes. Ahora eso ha cambiado. "Se decía que quien marcaba la agenda era la cooperación porque era ella la que ponía la plata, eso se terminó, yo encuentro otro panorama, yo encuentro a un gobierno que dice vamos por aquí y donde Bolivia obviamente tiene todos los recursos para financiar su política social", subrayó.

Fuente: La Paz, 1 (ANF).-